Mantener al todavía dirigente del PRI Alejandro Moreno en la alianza de Va por México, es renunciar a la posibilidad remota de recuperar la Presidencia de la República para el PRIAN. Con “Alito” como aliado, Va por México está moralmente derrotada. Si Alito es un lastre para el PRI, para Va por México es el desastre.
“Alito” carece de defensa, los audios de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, lo destrozaron. Ahora anda por Europa pretendiendo engañar con una campaña violenta y difamatoria en su contra. Nadie le cree. Ya reventó cualquier asidero dentro del PRI, ex gobernadores priistas, ex presidentes del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, están en su contra.
Pendenciero, en el reciente audio da cuenta de su vena extorsionadora. Ya se peleó con gran parte del priismo, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, con Manuel Velasco, ahora con los grandes empresarios de México, también con los panistas, ya que los podría sacrificar en la hoguera mientras él y sus allegados resultarían impunes.
Alejandro Moreno se perdió en sus ambiciones materiales y electorales, alguna vez soñó ser presidente, tal vez sea presidiario. Los críticos por el supuesto carro de lujo de Andrés Manuel López Beltrán siguen callados y no critican el Lamborghini de Alito. Los críticos de la casa rentada en Houston de José Ramón López Beltrán callan ante el grotesco lujo de la casa de Alejandro Moreno. Y ni hablar del presunto sometimiento sexual de diputadas priistas.
Si Alejandro Moreno no renuncia al PRI, tendrían que echarlo a patadas. Con “Alito” de aliado, Va por México va al abismo.