Con el fallecimiento de Don Ramón Iriarte Maisterrena, esta Comarca ha perdido a un personaje que será referente de una época que ha dejado gratos recuerdos en la memoria colectiva de los laguneros. Se ganó el reconocimiento público por su espíritu emprendedor, su generosidad, su inteligencia y sus valores humanos.
Arquetipo de un liderazgo empresarial dinámico que compartió con muchos talento y experiencia en el mando y la conducción de corporativos como Grupo Lala y organismos nacionales como el Consejo Nacional Agropecuario, desde donde alternó su gestión administrativa con causas al servicio de la comunidad comarcana.
No tenía enemigos, sembró solidaridad y fue siempre un entusiasta colaborador de instituciones regionales en la cultura, la educación y el deporte. Fue un incansable y reconocido empresario no solo por los variados proyectos en los que participó sino “por su amplia visión para detonar el crecimiento económico de La Laguna”. Tenía la humildad y el ingenio del ranchero como cuando propuso al presidente de la República y rectores de la ANUIES la creación de la “Licenciatura en Tramitología”.
Don Ramón nació el 26 de agosto de 1934 en Tepic, Nayarit, sus padres don Ramón Iriarte Enecoiz y doña Consuelo Maisterrena, ambos originarios de España residieron en esta región desde 1935. Al fallecer su padre se hizo cargo de los negocios cuando apenas había cumplido los 18 años.
Primero fue agricultor con el cultivo del algodón, luego se incorporó con éxito en la ganadería lechera y en sus últimos años incursionó en el comercio y los servicios. Alguna vez don Ramón al recordar a su padre dijo: “me inculcó que teníamos que aprender a compartir”.
Siempre agradable en el trato, establecía con gran facilidad la comunicación con los demás. Su sencillez y apertura inspiraban confianza y carácter, se movía como pez en el agua cuando se trataba de lograr un acuerdo o la toma de una decisión trascendental.
Es un honor honrar a don Ramón. En lo posible deseo resignación a su esposa y a todos sus seres queridos.
