Las cuentas no resultan. Las fallas son recurrentes. El PERIBÚS es ya un proyecto fallido –una MACRO FALLA– cuyo origen se encuentra en la primacía de la visión obtusa y difusa del mercantilismo como paradigma. La pseudo-solución está incompleta y ha sido rebasada por la demanda. La movilidad eficaz queda, al menos hasta hoy, en entredicho. La herradura perfecta es causa y motivo de segregación y exclusión, muestra y evidencia sine qua non de la incapacidad para gestionar el territorio y ganar para la ciudad parcelas de oportunidad para completar el ciclo necesario e indispensable para dotar a la metrópoli de espacios para la conectividad.
Nada más circular a través de la herradura periférica y aparecen los bemoles por doquier: tráfico intenso y lento, embotellamientos constantes y estrés al máximo, contaminación de toda índole: auditiva, de imagen, del aire, de olores, del pensamiento, de palabra y hasta por obra y omisión. Ni qué decir de la aglomeración de personas en el intento audaz y riesgoso por acceder a las estaciones o por encontrar el hilo negro para conectar con los troncomóviles inoperantes, imprácticos y ausentes para llegar seguros al barrio y a la casa.
Aquí, ahora, aprovechemos para cuestionar y apostarnos de frente para frenar la barbarie y la voracidad de los concesionarios y permisionarios que no ven personas, sino códigos binarios, para incrementar sus arcas sobre el silencio cómplice de autoridades ausentes, permisivas y coludidas para generar absurdas y obscenas riquezas para todos ellos.
Testimonios van y testimonios vienen respecto a la ineficiencia del negocito que suplanta al servicio público para el traslado de pasajeros que debería estar a cargo de la Administración Pública a efecto de garantizar la calidad, la seguridad, la economía y sobre todo el control y programación de tiempos y flujos para las unidades en circulación. No hay inteligencia logística y sí hay exceso de incapacidad para la gestión de la movilidad en el territorio. Ya deberíamos estar en la revisión de temas como la multimodalidad, la integralidad y el carácter ecosistémico de las soluciones. Estar en cuestiones tales como comprender la necesidad de dotar de carácter verdaderamente democrático e integrador a los sistemas de transporte y desplazamiento de gente, mercancías y servicios sobre los conceptos de la Movilidad Orientada a la Prosperidad.
Tiempo ya se hizo una amable invitación a quien pudiera interesar –Universidades, colegios de profesionistas afines al tema, instituciones e instancias de gobierno– para llevar a cabo un gran FORO para construir las bases hacia un MACRO PROYECTO METROPOLITANO DE MOVILIDAD –léase CONECTIVIDAD-GENERAL– y nadie se ha interesado, se hacen patos y se les hace humo la indolencia. Digo: ¡YA! es hora de vencer la abulia y echar a andar la creatividad urbanística. No sean tan apatíos. Ya es tiempo: O nos movemos o nos llegará el rumor de la discordia…
Jorge Fernández Acosta