Así, loco de contento con su cargamento, Alito Moreno supo, al ritmo de El General, que un kilo de McLaren no es McLaren y por eso se compró varios y además blindados (no lo fueran a venadear como lo está venadeando Layda Sansores) para que fueran de la estatura de su vida, de su baño (¿cabrán más autos de lujo en su baño que en su cochera?), de sus caserones estilo art narcó, digo, nacó porque lo nacó es chidó. Y aunque un McLaren no es la vida, es tan solo vanidad, ni modo que Alititititito ande en un bochititititito pobreteando por la ciudad. No, un chozno de don Plutarco puede ser un pobre político, pero no un político pobre. Por eso en su cuartel general de cuando era gober precioso y petocho de Campeche (ahí donde ponía sus pezuñas le nacía un título de propiedad) parecía leonera.
Digo, ni modo que en un Chimeco para cotorrear con sus bróders mediáticos o del INE con los que se lleva de a piquete de ombligo. En particular con mi Tatankita Córdova con quien ya vimos que el líder del PRIcámbrico tardío sostiene diálogos más exquisitos que los que tienen en el infierno Maquiavelo y Montesquieu. Esos Whats no los tiene ni el Negro del Whats; sobre todo en ese intercambio de cuentas de vidrio: tú me cuidas al INE y te aseguras de que tenga más presupuesto que la NASA y la OTAN; y yo me encargo de que tus cuates tengan todo, menos miedo, en cuestiones electorales.
El Tatankita se tomó su tiempo (seguramente estaba muy ocupado pensando qué hacer con los 61 mdp que exige solo para su oficina que por esa lana debe ser como la casa de Playboy de Hugh Hefner) para decir que por su chamba tiene que mantener comunicación con los presidentes de los partidos. Claro, pero esos chats parecen los de Calderón con García Luna Productions. Y todavía así Murayamasamí se atreve a censurar tuiteros que no sean del KukluxPAN y el PRIANchu.
Me dicen que en cuanto se supo que habían vinculado a proceso a Murillo Karam (solo por torturador, trácala, tergiversador e inventado, ni aguantan nada), de inmediato en el sector opositors implimentaron un plan D-N3 para rescatar al soldado Karam. De inmediato, cual marines en un chapoteadero, Osorio Chong, la Chayo, Videgaray, la peluca de mi licenciado Peña, Markitititito Cortés, Zambranitititito, Dantitititito Delgado, Calderinflas se treparon en los poderosos bólidos british de Alitititito y, al ritmo de un kilo de McLaren no es McLaren, quisieron ir a sacar al buey del Reclusorio.
Jairo Calixto Albarrán
