La única certeza que tiene la oposición en México es que “si Trump la está calabaceando, ¿por qué nosotros no?”.
Mientras el agente anaranjado acaba con la economía y se pone como gorilita con Canadá, la Opo se tropieza con las mismas piedras. De ahí que insistan en el tema de los acarreados, que es más aburrido que ver expandirse el bótox en el apolíneo rostro de Alitititito Moreno. Ya lo dijo la presidenta Sheinbaum, la gente viene de muy lejos, ni modo que vengan caminando. O que lleguen en esos Tesla que está promoviendo mi Donald como si fueran autos “azul chiclamino” (referencia amiguis millenials). Quién en su sano juicio compraría los desprestigiados y decadentes productos de Elon Musk, solo porque los exalta Mr. Trump, que es tan fiable como Milei promocionando criptomonedas.
Lo que llamaba la atención de las movilizaciones derechosas, no es porque las fuerzas vivas se transportaran en camiones, sino porque los manifestantes se aparecía con capuchones de cucurucho blanco, el clasismo qué.
Digo, esta clase de sesudas acusaciones a lo Reyna Aidé (dicen que es emisaria de don Beltrone, a mi no me consta) ponen en relieve la naturaleza de la derechairiza en éxtasis. Y recuerdan aquel emblemático tuit de Calderinflas donde aseguraba que las vacunas contra el covid alcanzarían a 70% de los mexicanos en 130 años. Poco tiempo después veríamos al expresichente haciendo fila para que le aplicaran el medicamento. Ya se sabe, cae más rápido un panista que un cojo, y sin ofrecer disculpas ni nada, no se le fuera a olvidar su voxismo.
Como quiera que sea, Gertz Manero fue a la mañanera del pueblo a decir que es increíble que los gobiernos de Jalisco (panistas y emecistas) no hubieran detectado el espeluznante rancho con horno crematorio incluido, y que no importa dónde se esconda, van a apañar a Chiflano Aureoles.
Lo que resulta todavía más alucinante es que la Fiscalía de Enrique Alfaro —el Mussolini de la torta ahogada— declarara que a pesar de haber hecho un operativo in situ, no encontraron ningún indicio porque aquello “era muy grande”. ¡Pasumecha!
Tengo la extraña sensación de que Chiflano se refugió con Cabeza de Vaca la misma vaca, que debe estar todavía más escondido que nunca ahora que se descubrió un rancho de exterminio en Tamaulipas.
La Opo defendiendo a la señora Wallace y Trump vendiendo Teslas, ¿qué puede salir mal?
Si Caldedrunk tuviera que pedir perdón por todas las barrabasadas que ha tuiteado, se tardaría 130 años en terminar.
