Se me hace de pésimo y reguetonero gusto que se burlen de Lozoya Lozoyita solo porque en vez de pato laqueado tuvo que meterse entre pecho y espalda un huevo duro con atole con el dedo. Ciertamente esto debe encantarle a la chairiza en éxtasis al ver a un hombre de la categoría fifí de mi muy respetable don Emilio, miembro de una prominente familia de prosapia (para que se den un quemón, su padre es amigo personal del probo Salinas de Gortari) y parte de un verdadero grupo de poder, el de mi licenciado Peña & Friends, que no puede ser más pipirisnais y humilde al mismo tiempo, donde se forjaron más estafas maestras por kilómetro cuadrado que en el mismísimo sexenio de López Porpillo y en la Estrella de la Muerte de Kimberly Clark.
Afortunadamente tienen a su favor el apoyo de los intelecuáles de la “Eh, la BOA”, Krauze & Co., no se diga las señoras Téllez, Rabadán y Gálvez, que sintetizan su defensa alegando que gracias a Lourdes Mendoza, Lozoya terminó en el tambo, que es como asegurar que gracias a Tom Hanks y al soldado Ryan se logró el desembarco en Normandía.
Lo mejor es Fox desprestigiando a las privatizaciones exigiendo más y mejores privatizaciones.
Es triste todo esto, porque no se han sabido valorar las aportaciones de mi Lozoya Lozoyita, que con una pequeña ayuda de Odebrecht y de los Agronitroenajenados, convirtió a Pemex en un deshuesadero.
Lo chido es que comparte espacios en el reclusorio con personajes como Juan Collado, Javier Duarte y Lavalle, que le van a ayudar a afinar sus métodos de atraco en despoblado. Gente que va a estar muy contenta porque, gracias a los videos porno de don Emily, pronto se van a reunir, muy probablemente, con viejos conocidos como Videgaray, Penchyna, Calderón, Anaya y un chingo más, incluyendo al invitado de honor, Peña Nieto. De hecho, según mis cálculos, las instalaciones del reclu no van alcanzar para todos, así que yo sugeriría que conviertan lo que ya se lleva avanzado del Aeropuerto Felipe Ángeles, para construir un tambo más grande y mejor, con bartolinas para estos grandes estadistas que están acostumbrados a la buena vida y no al hacinamiento ni a ser los parientes pobres del amortz. Un lugar medio tambo y medio zoológico donde la gente pueda ir a ver estos especímenes y hasta contribuir con una cuota de recuperación. De este lado del Ku Klux PAN, acá los del PRIcámbrico temprano, los chuchos en las celdas más furris y así sí gana la gente.
Jairo Calixto Albarrán
@jairocalixto
