Con justa razón, en cualquier momento Latinus, The Economist, El País y The New York Times publicarán sendas investigaciones en las que demostrarán con su aplomo de periodistas de verdad, que nuestros expresichentes son gente buena, santa y proba y que, ciertamente, la intención de aplicarles un juicio político es no solo atentar contra el Eterno, sino que se trata de desprestigiar a mexicanos de una moral intachable, además de un nivel de estadistas que ya hubiera querido el Negro Durazo.
Y tendrían toda la razón estos avezados y acreditados medios que, para salvar la reputación de tan encumbrados y humanistas, en poner en entredicho el fraude del 88, el Horror de diciembre, la venta de garage neoliberal, el atraco en despoblado de las deudas en udis, el Fobaproa, las estafas maestras, las manotas de Fox, el no traigo cash, la narcoguerra, la Estafa de luz, la Guardería ABC, la Veldá histérica, los 43 de Ayotzinapa, la Loca academia de Javidús, Odebrecht, los agronitroenajenados y tantas incontables maravillas.
Un periodismo “investigativo” (eso suena a término reguetonero) que dará luz sobre la personalidad maravillosa y generosa de estos personajes que son la ambrosía de la vida política nacional, y cuyas contribuciones depositaron a México al nivel del G7 aunque esos países desarrollados no lo reconozcan.
Digo, las cosas como son: no puede ser que solo porque esta iniciativa encabezada por Epigmenio Ibarra tiene más de dos millones de firmas ya quieran echarle a perder la vida a don Charly que debe ayudar a Emiliano en la secta satánica, a Zedillo que juega con su osito de peluche del kapitalismo salvaje, a Fox que se pasea como tío Lolo en su rachotototote, a Calderón que ya quiere que Margarita llegue a Señora Presidenta para darle golpe de estado y a mi licenciado Peña instaladazo en la padroterapia intensiva. No se vale.
Como clasemediero muino con la cuatroté por no atenderme primero antes que a los jodidos, elevo mis plegarias para que regresemos a esas crisis prianistas para volver a experimentar el bonito estrés de ser correteado por los acreedores, echado a patadas de tu casa por el banco, de ver tus ahorros hechos pomada por el dólar, y contribuir al rescate de los Claudios XXX González, héroes de la patria.
Y todavía la 4T le regala vacunas a Belice, Bolivia y Paraguay, solo para molestar a Peniley.
Por el bien de México, primero los magnates y los de la Coparmex.
Jairo Calixto Albarrán