Como todos sabemos porque lo repiten PAN, PRI y PRD cada cinco minutos a la manera de un mantra apocalíptico que quiere ser integrado, pronto el mundo se va a acabar por culpa de Amlove, que incluso es culpable que Angelique Boyer se haya puesto el vestido al revés. Digo, si lo dice la Coparmex, el Reforma y Denise Dresser que es casi tan serena como Lilly Téllez, entonces debe ser cierto. Ya lo único que queda es esperar el final serenamente, y rezar porque en los archivos secretos X del Cisen aparezca información más entretenida para no aburrirnos durante el apocalipshit.
Digo, aunque tampoco es que la Dirección Federal de Seguridad ni el Cisen hayan sido unos campeones del recontraespionaje (a juzgar por lo aburrido de las revelaciones sobre Chabelo, Juanga y Jacobo Zabludovsky, entre muchas personalidades del periodismo, los espectáculos y la cultura, pues se ve que no eran muy buenos haciendo su chamba), supongo que ahí habrá algo más divertido.
Y es que parece increíble que ante la cantidad de personajes siniestros que estuvieron investigando, nuestros espías no hayan encontrado nada relevante o excitante como que Chabelo era un agente encubierto de Fidel Castro o que García Márquez leía El Capulinita en secreto o que Charly Salinas jugaba con Barbies.
Digo, hubiera sido padre saber que El Chambitas Zedillo sí traía cash, o que Octavio Paz era comunista de clóset y que Zinedine Zidane quería ser técnico del Lobos BUAP. Y es que hasta el momento lo más atractivo ha sido que la maestra Gordillo sea descrita como “déspota y antipática”, algo que casi nadie sabía.
Igual el Cisen no es el Insen que suponemos y que en realidad tiene depositados en unas bodegas bajo del Nuevo Aigriopuerto los documentos auténticos sobre el destino de los restos de Muñoz Rocha, vida y obra de los siete Aburto, o el papel de Los Chuchos en la conversión del PRD en PAN.
Lo más importante sería saber cómo se llegó a la conclusión de que La Gaviota, tan simpática y tan agradable, podía encarnar a una nueva Catalina Creel, la villana de villanas de las telenovelas.
Y es que hasta el momento no se sabe cuántas chachalacas se requirieron para convertir a Andrej Manué en un peligro para México.
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@jairocalixto
