No es por intrigar, pero es momento de que el sector opositor se tome una terapia grupal en uno de esos temazcales bravos, con zacate, lejía, jabón Zote, además de nanomoléculas de agua de tlacote y sanitizante cítrico con agua bendita. Y es que todo les sale chueco como si estuvieran asesorados por espíritus chocarreros cuajados de malas vibras: quieren imponer una agenda, por ejemplo, y les sale todo chueco como en el caso de Kike Alfaro, que a pesar del apoyo de Krauze, o a causa de él —no lo podemos dar por descontado después de llamarlo, sin que las risas estuvieran grabadas, después de elogiar su “gallardía”— terminó convertido en una especie de Mussolini región 4 por su calidad de personita intolerante, autoritaria y macuarra, no necesariamente en ese orden.
O sea, no puede ser que su baby Yoda sea el Duche de la torta ahogada (con perdón de tan venerable bocadillo tapatío), que luego de arrebatos madreadores quiso ganarse a la gente de una forma que no puede ser más ingeniosa y ultramoderna, nada populista ni clientelar: salir a la calle a regalar despensas pero, dada su condición metodológica e ideológica, más bien parecía repartidor de Rappi, con perdón de esa gente respetable.
Y pon tú, pero nadie le explicó al góber que regularmente las despensas se les dan a los más necesitados y no a la clase media alta, a menos que de manera deliberada quisiera dar el barbaraderegilazo azo azo.
Supongo que por esto la vieja banda TimbirINE le va a sacar la tarjeta roja a Kike, ¿o le irán ayudar a entregar los pedidos?
Se ve que a la oposición les gusta prestarse al pitorreo: luego de hacer más panchos que Lady Pizza por un supuesto acto de espionaje atribuido a los de Morena en el Senado (bueno, los panistas se tiraban al suelo al ver todo ese cablerío que decían que era de última generación cuando más bien eran de artefactos VHS y madrolas para mandar vipazos), luego de una investigación de la Fiscalía se supo que todo estaba más arreglado que las peleas de Kahwagi y que los blanquiazules a sabiendas armaron el pancho al ritmo de #SíFueMontaje.
Y luego se les ocurrió la gran idea de platearse una meta de 365 para tumbar al gobierno y nomás hicieron el ridículo trescientas sesenta y cinco mil veces.
Amigos opositores, corran a esos asesores que nomás les están robando y contraten unos que no confunda la infodemia con la nacademia, no les vayan a aplicar una nefrectomía.
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@jairocalixto
