O sea, cómo, ¿en serio Xóchitl Gálvez quiere monetizar los videos donde hace unos numerazos piores con los que compite con Platanito? Hay mucho humor involuntario en redes sociales como los de Ricardo Anaya y Santiago Creel, y hasta pueden ser cotorros para burlarse de ellos, incluso la candidata Bertha ha contribuido en ese territorio casi tanto como Vicente Vox, pero de ahí a querer cobrar por eso sí me parece un absurdo. A lo mejor ya se le está acabando el recurso para los xochibots, xochitrolls y xochijéiters que atacan a los enemigos de la Dama del mal huipil y se ve en la penosa necesidad de pasar el sombrero a ver si algún incauto cae en el garlito.
Digo, aunque siempre da morbo saber de un nuevo estropicio, cada vez es menos entretenida. Del glorioso embuste de las gelatinas a equivocarse de la fecha electoral y el rito satánico del pacto de sangre, además de bailar como la pájara Peggy, ha dejado de ser graciosa. No se diga cuando promete cobrarles impuestos a los ambulantes, cuando a los que tendría que pensar en echarles al SÁTRAPA encima es a los Claudio XXX y sus secuaces que se niegan a pagar impuestos.
O sea, tomando en cuenta los 30 puntos de desventaja que trae en las encuestas (claro, en las suyas es más popular que Paquita la del Barrio), ya es tiempo de que Maxito Cortázar deje de tirar el dinero en Trollcenters, en el New Fake Times, Lord Montajes, los Paleros de Alazraki, en intelectuales krauzistas que comparan el 68 con la Marcha rosa e imitadores de Pedro Ferriz como De Mauleón, que le quieren ganar a Anabel Hernández a acusar sin datos duros, con puras inferencias e informantes espectrales, al ritmo de “La verdad es irrelevante”.
Ya en el colmo puso a la dotora Dresser y a otras lindas personitas a filtrar un teléfono dizque personal que les habían filtrado y, casualmente, o son los mismos números o comparten secuencias. Yo no quise marcar pensando que eran llamadas de extorsión o era el conmutador del KuKluxPAN. (No se rían).
En el colmo, el Cuarto de guerra de Lady X tampoco le ayuda. Y es que en sus propuestas para conducir los debates casi casi querían poner a Netanyahu, Javier Milei, Kinky Téllez y el Thanos del PAN, Jelipillo Calderinflas, no exageren.
Solo les falta defender al calderonícola de García Luna Productions ahora que sobornó a unos presos para que lo exculparan.
El gran símbolo de la oposición: en un acto público, a Consueluqui Sáizar se le cae encima el lábaro patrio.