Después de ver cómo el INE se hacía como tío Lolo con lo de la operación tamal, el embarazo de urnas y el secuestro de votos en Coahuila e Hidalgo como de los tiempos de Salinas, mejor me concentré en las cosas positivas. Como en García Luna Productions que, a diferencia del general Cienfuegos en su laberinto, sí sabe cómo hacerla. Después de haber sido apañado así a lo buey para tristeza de su fanaticada a la que todavía se puede ver llorar por los rincones, era muy fácil perderle el respeto a García Luna Productions. De por sí sus telenovelas y montajes estaban pa’l perro, y luego puso tristemente en entredicho a su compadre que ya ni lo ve ni lo oye, el expresichente Jelipillo (pobrecito, hoy está tan amolado que tiene que citar a Ricardito Alemán y al monero Calderón para defenderse), poniendo en ridículo no solo a su entorno sino a todas esas buenas personas que lo tenían en un pedestal y que aún arden en deseos de ver su egregia efigie moldeada en piedra pómez ahí donde Cristóbal Colón tenía su nido.
Sin embargo, a pesar de tantos ridículos, de verlo lagrimear en el juicio ante las abrumadoras pruebas de la fiscalía neoyorkina que lo colocan al nivel de esclavo sexual del cártel de Sinaloa, y el juez Hulk Cogan lo ponía como lazo de cochino, hoy reivindico a García Luna Productions. Cuando se negó a contratar un costoso y acreditado despacho de abogados alegando falta de recursos, todos pensamos que era un buey irredimible. Sin embargo, al ver que los licenciados que representan hoy a don Salva Cienfuegos cobran la friolera de mil dólares la hora (¿Pues qué incluye, masajes tailandeses, catering del Au Pied de Cochon, Bucanas y final feliz todas las noches?) lo de don Genaro tiene toda la lógica: no tiene ningún sentido gastar todo lo que le dio el crimen organizado, en este caso el H-2, según ha dicho la DEA, en un grupo de picapleitos que te van a dejar peor de cómo Chayito Robles dejó Sedesol y Sedatu. Y luego para que de todas maneras acabes compartiendo la bartolina con el Chapo; no vale la pena, como diría Juan Gabriel.
En cambio, el pobre Cienfuegos Zepeda se va a quedar en la chilla. De hecho, creo que no estaría mal que les exigiera a sus viudas que se andan azotando en los medios y las redes que, en lugar de andar de plañideras, mejor se organicen una vaquita para los gastos judiciales, no sean gachos.
Como diría otro General, un kilo de cadera no es cadera.
[email protected]
@jairocalixto