Si en efecto la noche en la Hacienda de los Fox cuesta 200 mil pesos (aunque el expresichente lo niega y casi dice que cuesta menos que un hotel de paso), me parece poco. O sea, un bonito lugar (ya se sabe, casita, alberca, laguito, jardines y calefacción central) enclavado en el territorio más guanajuatizante de la patria, y que es como la nueva Cabaña del Tío Chueco donde te puedes encontrar con Martita y su marido, como en cualquier casa del horror de feria; también tiene el atractivo de que los Bribiesca pasan a saludar a tu habitación y te bolsean mientras hablan en contra del nepotismo; por supuesto puedes pasar a saludar a las lavadoras de dos patas que hacen lo que ni Ana Cristina ni Vicentillo quieren hacer, y a su vez te puedes quedar en habitaciones temáticas como la dedicada al “¿Y yo por qué?”(cada vez que el gober petocho de Guanajuato, Diego Sinhue, se porta cual patán con la prensa que no le hace preguntas a modo, se aloja en esa habitación mientras los grandes defensores de la libertad de expresión guardan prudente silencio), o la muy solicitada del “Comes y te vas” donde si tienes suerte el Huero Castañeda te sirve la cena en una charola vestido como Fidel Castro.
La verdad que es tan bonito lugar que ahí deberían organizar cursos del INEA para esos kukluxpanistas remisos que, encabezados por las distinguidas y cultas Margarita Zavala y Cecilia Patrón (parienta de ese notable y probo prócer, Patrón Laviada), exigieron con rabia y aplausos que se mandara al paredón político a “Ramón López Velarde”, al que confundieron con el hijo de AMLO. O sea, muy clasistas, muy homofóbicos, muy voxistas, pero muy audaces en su ignorancia.
Bueno, a lo mejor los blanquiazules le tienen tirria al centenario poeta zacatecano solo porque en su mítico poema, “Suave patria”, no se le rinde culto ni al Fobaproa, ni a la Coparmex, ni a Odebrecht y nunca se exalta a los perros OXXOs que viven colgados de un diablito a la CFE.
Me cuentan que el propio Jelipillo Calderón atiende el bar con cubanderas, mientras vende tiempos compartidos en Iberdrola “con labios de rompope”.
Ahora que corrieron al Chipotle chillón del INE (su éxito le dio envidia al Tatankita Córdova), este podría trabajar de botones en la Hacienda Fox. Y hasta se rumora que Payazuelos va a reciclar la comida del lugar, como acusan que hace en sus hoteles.
A esto se refería López Velarde cuando hablaba de “la patria impecable y diamantina”.
Jairo Calixto Albarrán
