Es interesante que el expresichente Jelipillo -que tuitea a velocidades que ya quisiera el Checo Pérez- probablemente asesorado por la avispada Lilli Téllez, para defender a Cristóbal Colón como uno de los héroes que nos dieron patria recurrió a su árbol geneológico que incluye una bisabuela purépecha de la que ni se acordaba, mientras acusa a López Obrador de tener un tatarabuelo cantábrico (a mí me hubiera gustado tener a alguno de los Abuelos de la nada). Eso, por supuesto, tuvo que haber despertado a su notable antepasado que seguramente le fue a jalar las patas en la noche no solo por tenerla más olvidada que sus terapias en Oceánica, sino por no organizarle un Change.Com para colocarla a ella en el pedestal, en vez de andar de huele moles con el viejo guango del tal Colón que ni de su familia es.
Quizá el esposo de Margarita se quedó cortó. Si lo estaba coucheando Kike Krauze en materia histórica por lo menos hubiera dicho, para darse verdadero taco, que sus antepasados comandaban a las siete tribus nahuatlacas en la búsqueda no del águila devorando a una serpiente como reza la leyenda, sino un García Luna Productions llevándole las caguamas a la Barbie y al Chapo Guzmán.
O que el verdadero don Susanito Peñafiel y Somellera, recadero de Porfirio Díaz, era un antiguo Calderón que también cantaba la del kikoskikos makakikus, ekus pekus emunekus imitando a Iturbide sintiéndose mirrey. Al rato asegurará que inventó el pozole, las tostadas de pata, que solito descubrió el Bolsón de Mapimí, y que su otra abuelita es la Batman.
De la misma manera en que le falta carisma y le sobran berriches, Jelipillo solo puede ser comparado con mi Claudio XXX González (quizá después de haber sido deslumbrado por las cuentas de vidrio de Vox, será conocido como Claudio J González?) que ahora le ordenó al PRIANChu suyo de su propiedad que no le entren a la revocación de mandato porque solo es para dividir y polarizar. ¡Óhquela! Qué se me hace que les hicho hachí ¿Pues no que estaban muy seguros de que iban a arrasar en esa votación y que hasta la exigían como su Smithers de la Coparmex, Burnstavo de Hoyos?
Me pregunto qué dirá este falso Almagro de que su bróder, Santiago Creel, estaba metido según información periodística en le negocio de los factureros. Nada más falta que se por ahí estuvo coludido con la Gómez Mont en estafas maestras, ¡qué barbaridad tan bárbara!
¡Salve, oh, Jelipillo, whitexican-purépecha!
Jairo Calixto Albarrán
