Mientras me aplicaban de manera rápida y organizada el refuerzo contra el maldito bicho en el Estadio de Ciudad Universitaria, no sé por qué me acordé de la meliflua fanaticada del expresichente Jelipillo que, en su papel de odontólogo-virólogo feliz anunció orbi et urbi que en México no habría vacunas hasta el año Chingomil ochomil. Jajajaja. ¡Pobrecito! Se debe sentir muy gacho ser un Nostradamus que no da una y que queda al nivel de la chililiQuadrigémina odontópata Ximénez que se la pasa anunciando apocalipsis fallidos cada diez minutos y que ve a sus críticos y a quienes no le creen sus dichos de ave de mal agüero, como “raspa”.
La raspa en que me iréeee, lleva una cruz de olvido, dice la canción.
Es más fácil ser vendedor de tiempos compartidos en Iberdrola y repartidor de fake news a domicilio en Rappi, que creerte como Calderón médico honorario de la OMS.
Esto también me hizo recordar que el nombramiento de varios cónsules y embajadores ha estado fundamentalmente del nabo. Por ejemplo la Pavlovic, que hasta se amparó para no recibir a los padres de los niños de la Guardería ABC y que ni siquiera fue capaz de irse sobre la parentela de Margarita Zavala que ha vivido en la impunidad. Todo mal, pero que salgan Kike de la Madrid, Alititititito Moreno y Osorio Chong a acusar de traidores a sus compañeros de sector y de partido por aceptar tales cargos es un mal chiste. Digo, con qué autoridad moral se ponen muy salsas si a instancias de su Darth Sidious, Claudio XXX González, le perdieron el asco al Ku Klux PAN y al PeRDeRé, y se han enclinchado en un menage a trois político con bukake incluido que hasta los del You Porn se han negado a publicar alegando insospechadas formas del pudor.
Ahora sí muy chipocles, pero siguen adorando a Salinas y a Zedillo, los gemelos Brenan del capitalismo salvajemente fobaprorero, y siguen sin aplicarle la terapia CNN-ChikiliQuadri a Catémoc Gutiérrez de la Torre, quien llevó a la padroterapia intensiva tricolor a niveles de se trata de trata.
Y lo que es peor, con qué cara se ponen tiquismiquis los choznos de don Plutarco si ni siquiera han ido visitar a Chayito Robles por los servicios prestados en la Estafa maestra, dejándola en manos de las estrategias melodramáticas de su hija a la que solo le falta pedirle ayuda a El Chipotle del INE.
Ese Calderón, como siempre desprestigiando a los agoreros del desastre. Mejor debería de ser agorero del desmadre.
Jairo Calixto Albarrán