Cuando uno cree que no hay nada ni nadie que pueda superar en materia de lucidez a Bárbara de Regil (la más reciente fue su comentario sobre ser morena con cara de asco), aparece el buen ChikiliQuadri a hacer de las suyas. Esta vez colgó un video de un leopardo africano y lo quiso hacer pasar como si fuera la fauna silvestre que desaparecería por culpa del Tren Maya. Pero como no tiene la culpa el Indio sino el que ve sus películas, muchos cayeron en su garlito incluyendo al ex presichente Calderón que, después de Javier Lozano y cierto rotativo, es el campeón de las fake news. Por supuesto borró el orgulloso retuit después de que alguien le explicó que no se puede confiar en Quadri (o sea, su sintaxis no proviene de ninguna sinapsis) y porque al rato va a decir que sus abrigos de animal print están en peligro de extinción por culpa de la cancelación del nuevo Aigriopuerto.
Por otro lado, me gusta que, en vez de estar discutiendo sobre la foto de Pepillo Origel y los Tik Tok de Niurka, ahora hablemos de Historia de México. Digo, cuando Krauze le dice a Alfaro que es el nuevo Mariano Otero todos nos dimos cuenta que había sinceridad y afecto, que no había un ápice de ironía. Todo muy genuino, nada que ver con lo que dicen los envidiosos de que fue por el millón de pesos que, según esta gente malvada, le pagó el gobierno de Alfaro a Letras Libres.
Claro, Alfaro no sabía exactamente con qué parte de Mariano Otero —conocida avenida de Guadalajara— lo estaban piropeando, si por donde está la cervecería Modelo, la Glorieta de la Madre Patria o la “Glorieta de los desaparecidos”. ¿Cuál sería?
De todas estas analogías, la que más me convovió fue cuando Krauze le contestó a AMLOVE que era un honor estar con Lucas Alamán, tanto que en la mañana cuando tembló pensé que era el polémico Lucas Alamán pateando la puerta para vender suscripciones de Letras Libres.
Todo esto nos cae bien en estos tiempos en que Kike Alfaro se empeña en ser el Mussolini refurbished, sobre todo cuando quiere mostrar sus ánimos humanistas y para nada bigbrotherescos ni intimidatorios, yendo a las casas de quienes protestaron en su contra y fueron encarcelados, para cerciorarse de que los habían liberado y estaban bien. Yo, la verdad, tengo la impresión de que en realidad en sus ratos libres Alfaro trabaja de cobrador de Coppel.
No sé por qué con su ingenio don Enrique no bautizó a su tocayo como “El guerrillero trendy”.
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@jairocalixto
