En medio de la pandemia de covid-19 y la necesidad de alcanzar mejores condiciones de vida, comenzó la formación interminable de caravanas de migrantes que reclaman un trato justo y, al mismo tiempo, quieren llegar a la frontera norte de México con el objetivo de recibir asilo de Estados Unidos.
Dentro de la crisis migratoria, las autoridades mexicanas indicaron el pasado domingo que dos caravanas de migrantes que partieron del estado de Chiapas, al sur del país, se desintegraron luego de que se llegó a un acuerdo con el Instituto Nacional de Migración.
Por ahora, las tres caravanas que se habían formado el pasado 26 de noviembre en la frontera sur, ya quedaron desarticuladas y se dialoga con cada integrante para que puedan recibir visas humanitarias para permanecer por un año en el país.
En la entrega de documentos, informó el INM, tendrán prioridad las mujeres, las personas menores de edad, los adultos mayores, los mirantes con alguna enfermedad o discapacidad, y su respectivo núcleo familiar.
Casi 24 horas más tarde, el lunes por la mañana, un nuevo grupo de alrededor de dos mil migrantes, la mayoría de los países centroamericanos y caribeños confirmó una nueva caravana que llegó a Huehuetán, en el estado de Chiapas.
El nuevo contingente salió la noche del domingo de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, con el objetivo de llegar, primero a la capital del país y más tarde, a la frontera con Estados Unidos.
Los migrantes que forman caravanas denuncian que cuando son detenidos en la frontera sur están obligados a esperar hasta meses para para tramitar sus solicitudes ante el gobierno mexicano con el riesgo de ser deportados. Ante su situación, prefieren salir en grupo con el objetivo de ser escuchados y agilizar sus trámites.
El INM busca desactivar las caravanas y ofrece dialogar con cada uno de sus integrantes para entregarles visas humanitarias. Desde la semana pasada, las autoridades mexicanas comenzaron los traslados de migrantes a sus delegaciones en diferentes estados para agilizar la entrega de visas humanitarias.
Dentro del territorio mexicano, las autoridades reportan que fueron detectados más de 190 mil inmigrantes de enero a septiembre de este año, cerca del triple en comparación con el año pasado.
El fenómeno es complejo y con la llegada de más transmigrantes a la frontera sur, la formación de caravanas será interminable. El pendiente es impulsar acciones para que las personas quieran quedarse en su lugar de origen; sin embargo, ante las adversidades, el sueño americano es su esperanza.
Jaime Zambrano