El gobierno de Estados Unidos prepara un programa para otorgar Visas para Trabajos Temporales no Agrícolas a 20 mil migrantes, sin embargo, con dicha cantidad no se responde a la demanda de quienes buscan regularizar su situación migratoria y cumplir el llamado “sueño americano”.
Las llamadas visas H-2B se suman a la asignación anual de 66 mil visas para el presente año fiscal en Estados Unidos. Este tipo de visados se usa para que puedan trabajar jardineros, personas encargadas de brindar ayuda en el hogar, empleados de hoteles, trabajadores de la construcción, empleados del entretenimiento y trabajadores en áreas similares.
Con el programa de visas temporales, la administración de Estados Unidos abre, solo un poco, casi anda, la puerta para los migrantes. El visado temporal busca responder a los problemas que enfrenta el país vecino del norte de México relacionados con la escasez de mano de obra, situación que se agudizó con los efectos de la pandemia de la covid-19 en medio de la reactivación económica y el regreso a la llamada nueva normalidad.
De las 20 mil visas que se otorgarán, unas seis mil 500 serán para originarios de países como Guatemala, Honduras, El Salvador y Haití. El problema es que, tan solo, en el presente año fiscal, más de 700 mil migrantes originarios de esos cuatro países fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza y el “sueño americano” terminó para ellos.
Al analizar los datos, solo una mínima parte de migrantes recibirían el documento que acredite su estancia legal para realizar trabajos por un tiempo determinado; mientras que el resto seguirá intentando trabajar sin ser descubierto.
Por ahora, las 20 mil visas para trabajadores temporales que no realizarán actividades agrícolas podrán ser solicitadas hasta el 31 de marzo, sin embargo, el problema migratorio está lejos, muy lejos, de solucionarse.
La situación migratoria es compleja porque la medida que adoptará la administración que encabeza Joe Biden, en lugar de que disminuya el interés por llegar a Estados Unidos, lo aumenta y crea falas expectativas.
Al mismo tiempo, aquellos grupos que forman parte de redes de abusos a los derechos humanos y que realizan tráfico de personas, ocupan la información de la administración norteamericana para ofrecer a los migrantes la esperanza de que se podrá regularizar su situación.
La falsa spectativa se traduce en más abusos contra los migrantes, a quienes les seguirán solicitando diferentes cantidades de dinero para que puedan viajar por territorio mexicano en busca de llegar a la frontera norte.