Cultura

'Nostragamus' los unos a los otros

Un día Antonio Ledesma llegó a la oficina de su amigo Paco Ignacio Taibo 1, escritor y periodista, para ofrecerle su carpeta de ilustraciones, pero el también historiador lo cuestionó cuando observó el seudónimo de Nostragamus que el visitante usaba para firmar sus trabajos.

Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete
Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete

—Cómo es posible que tengas ese nombre tan feo— lo increpó.

A lo que el joven Ledesma respondió:

—Por mí no hay problema —se apuró a responder—; si quieres lo cambiamos, todo con tal de que me publiques…

—No, no, no, yo no censuro a nadie: quédate— pidió el personaje, que dirigía un suplemento cultural.

Y desde entonces comenzó a firmar con el seudónimo de Nostragamus, en referencia a Nostradamus, el llamado profeta francés, nacido en 1503 y fallecido 43 años después.

Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete
Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete

Con ese nombre es más conocido el artista plástico y visual, quien ha ganado premios por su trabajo y expuesto su obra en países de Europa.

Más tarde, Antonio Ledesma, Toño, como lo llaman sus amigos, se convirtió en uno de los primeros colaboradores de Laberinto, suplemento cultural de Notivox diario que dirige José Luis Martínez S.

Fue a partir del número cero que comenzó a ilustrar portadas con rostros de grandes autores, con ese estilo que pulió e hizo propio.

Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete
Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete

—¿Por qué Nostragamus?

—Por el humor negro, pero más que un seudónimo es una realidad. ¿Por qué? Me gustó cambiar esa letrita para que tuviera un significado: “Nos tragamos los unos a los otros”— responde Ledesma.

En su departamento de la colonia Juárez, que también es taller y galería, la mayor parte de paredes están cubiertas de sus trabajos; incluso en libreros y armarios hay rollos de cartulina con figuras originales que a lo largo de los años sirvieron para ilustrar suplementos culturales, sobre todo de Laberinto, que a veces vestían la mayor parte de las portadas, como el rostro de la escritora francesa Margarite Yourcenar y otros tantos.

Ledesma estudió en la otrora Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, ENAP, después convertida en Facultad, y desde entonces optó por pintar cuerpos y rostros alterados sin que perdieran la esencia.

Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete
Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete

—Es tu estilo.

—Bueno, como que en un afán de buscar o recrear otra cosa; siempre me ha gustado deformar el cuerpo humano. Me aburre hacerlo tal cual; no, a mi me gusta interpretar. O sea, me gusta crear y recrear. Entonces eso me divierte. Hace más entretenido mi trabajo.

Y es que al artista le preocupa el sufrimiento humano, como son la tortura y la violencia en general.

Todo eso le han provocado recurrentes pesadillas y sustos, de modo que llevarlas al papel y moldearlas ha sido una forma de catarsis.

Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete
Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete

—Y desde chico…

—Sí, desde chiquito, mi mamá, cuando veía mis dibujos, me decía: “Eres un sádico”. Siempre me ha preocupado el sufrimiento humano, la tortura; cuando oigo esas noticias me ponen mal.

—Hasta la fecha— se le inquiere.

—Sí, me imagino que a lo mejor aquí cerca están torturando a alguien. Entonces me angustia mucho y como que lo sublimo.

—Y desde niño.

—Sí, tenía por ahí hacía unos viejitos de plastilina y les sacaba los ojos; los colgaba afuera en mi casa, hacía toda una instalación. Yo, emocionado, veía cómo se balanceaban con el viento.

—¿Y qué leías de niño?

—Por ejemplo, yo leía que habían matado a Morelos y entonces yo lo hacía en plastilina con cien balazos. Y eso me tranquilizaba, porque ese ha sido mi lenguaje: lo gráfico. Hasta hace poco las pesadillas eran muy recurrentes.

Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete
Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete

—¿Como artista quiénes serían tus influencias?

—Pues ibas creciendo y decías: “Órale, Goya”. Todos los expresionistas. Todos estos que hablan sobre la guerra. Todo el asunto expresionista me fascina. Rembrandt también, aunque Rembrandt no tiene ese manejo de la luz y cosas muy oscuras.

En la Academia de San Carlos, donde fue profesor de Posgrado durante siete años, estudió la maestría en Artes Visuales, Orientación en grabado; ahí utilizó ácido para atacar —como se dice— la placa de metal.

—“Atacar”…

—Sí, va mucho con mi tema porque estás atacando, estás devastando, hiriendo el metal, consumiendo el metal; a los baños de ácido le llamamos atacar. Entonces es muy violento y tienes que hacerlo con máscaras; ahorita ya hay otras técnicas más ecológicas —sonríe—, pero sí era muy fuerte el proceso, y los resultados gráficos son muy fuertes, muy bellos.

Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete
Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete

El maestro Ledesma, que sigue impartiendo clases, es un tipo sencillo, de andar lento, apacible, amable; a veces te lo encuentras en el súper, del que vive cerca, en la colonia Juárez, a unos metros de la avenida Bucareli.

En 1997 obtuvo el Premio Nacional de Grabado José Guadalupe Posada. Escribe en su semblanza: “En el grabado y en el dibujo ha experimentado y creado numerosas imágenes con temas casi siempre negros, incómodos, con características mórbidas e hirientes, donde desmenuza la locura y la enfermedad; exorcizando sus pesadillas constantes, que desde niño lo acompañan”.

Entre otras técnicas, practica la plumilla, óleo y acrílico. Esta última, sobre todo, la usó para ilustrar portadas de Laberinto. “¿Cuántos números”?, se pregunta. “Pues muchísimos”.

Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete
Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete

—Desde el número cero, dices.

—Sí, estuve 16 años. El número cero debió haber salido en el mismísimo año 2000, cuando entré yo.

Es Nostragamus, cuyo nombre completo es Francisco Antonio Ledesma López, nacido en 1964 en Ciudad de México, donde creció con la obsesión por trasladar al lienzo esos rostros y moldear figuras de sufrimiento.

Y de ese mundo, que es su taller, nos despedimos, en medio de luces y sombras, más sombras que luces, reflejadas en cuerpos y rostros, incluso en muñecos recostados en pretiles.

Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete
Nostragamus los unos a los otros. Humberto Ríos Navarrete
Google news logo
Síguenos en
Humberto Ríos Navarrete
  • Humberto Ríos Navarrete
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.