Al pararse en un escenario hay que perder todo pudor, vergüenza, miedo. No estar preocupado por cómo te vas a ver; ni estar pendiente de no perder la compostura o de parecer ridículo. Es como aventarse en paracaídas desde un helicóptero, sin estar seguro si el paracaídas abrirá o no. Hay que entregarse a fondo.
Me encanta este concepto, que le escuché a Lola Cortés, que ni duda cabe que sabe, y mucho, de subirse a un escenario, pues desde los 7 años de edad ha vivido entre teatros y foros.
Esta idea vino a mi mente mientras veía el capítulo 3 de Las crónicas del Diablo, dedicado en esta ocasión a Los contemporáneos, aquel grupo de intelectuales que hace aproximadamente un siglo cimbró a la sociedad mexicana con una innovadora visión del arte; y que hoy reviven en este grupo de artistas que se lanzan en picada, sin paracaídas, sin red de protección, y no temen a nada, y salen muy, pero muy airosos.
Escrita y dirigida por Hugo Isaac Serrano, la puesta en escena “Las cónicas del Diablo es una serie teatral, una comedia ácida que desafía las fronteras entre la historia y la sátira”.
Operación pulque (dedicada a los nexos mexicanos con el nacionalsocialismo alemán); la época de oro del cine mexicano, fueron los temas de las primeras dos ediciones de esta propuesta que está lleno de datos, fechas, nombres que van dando sustento a lo que se cuenta. Y para apuntalar todo lo que se dice se muestran fotos, recortes de diarios, videos y otros muchos documentos.
En esta ocasión en el escenario del teatro Xola reviven de manera muy singular, ¡más que singular!, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Nahui Ollin, María Izquierdo, Jorge Cuesta, Manuel Rodríguez Lozano, Agustín Lazo, quienes formaron aquel grupo vanguardista que revolucionó haced 100 años el teatro, la literatura, la pintura, el cine, el muralismo.
Lejos de la formalidad con la que suelen abordarse los temas históricos y el tratamiento acartonado con el que se recuerda a estos personajes --por cierto, todos con nombre de calle, como bien lo dicen en el montaje-- Las crónicas del Diablo es un hilarante, valiente, ingenioso, inteligente, jocoso, irreverente acercamiento a la realidad.
El Diablo es un típico reportero de los años 40, con gabardina, sombrero y anforita de alcohol (el único personaje ficticio de todo el montaje) que se acerca a esas célebres personalidades para contar lo que podría definirse como el Lado B de los hechos. El resultado es una puesta en escénica ¡fantástica!, en la que además de reírse de principio a fin, se aprende, quizá mucho más que en un salón tradicional de cualquier escuela.
El eje central de la trama es el recorrido que ha tenido la obra de Novo El tercer Fausto, publicada en 1934 en la que el protagonista, como en el mito de Fausto, hace un pacto con el diablo para conseguir que su ser amado le corresponda; sin embargo, en esta polémica versión se trata de un hombre enamorado de otro hombre, y entonces…
Homosexualidad, igualdad de género, represión, violencia, discriminación, voto femenino, corrupción, discapacidad, censura, desnudez, intolerancia, son algunos de los temas que se abordan en esta puesta en escena. Sin embargo, los personajes, lejos de “tirarse al piso”, se burlan, ironizan, chacotean en torno a esos “problemas” y en vez de verse y sentirse como víctimas, se transforman y… cual ave fénix vuelan muy alto.
Casi mágico es enterarse que el periplo que ha tenido El tercer Fausto, hasta ahora no estrenado en México, llegue ahora al teatro Xola, donde hace poco más de medio siglo tuvo una lectura dramatizada pública.
La propuesta brilla aún más gracias al talento de un equipo creativo encabezado por Hugo Isaac Serrano, y que incluye a Diego Valadez, Paulina Galván, Nínive Salas, Diego Llamazares, Gina Granados e Ian Galicia.
Y por supuesto gracias al elenco que tiene un estupendo desempeño.
El rol principal lo interpreta Elías Toscano, quien se echa al público en la bolsa con una actuación fresca, ágil, muy simpática, y con una dicción perfecta (lo que siempre se agradece).
Y brillan enormemente Diego Llamazares, Gina Granados, Pamela Cervantes, César Baqueiro, Jhovardy Vences, Jhonatan Rubén, Rafa Blásquez, Yareli Govea, Carlos Abraham Gongo e Ian Galicia.
De sólo cinco funciones se compone la temporada de este capítulo 3 de Las crónicas del Diablo, que se presenta los miércoles en el teatro Xola. Luego la compañía hará un breve receso y reanudará a finales de septiembre con la historia negra, gris, secreta, oculta… de uno de los caudillos de la revolución mexicana, y cuyo monumento a su memoria se ubica en Insurgentes Sur esquina con Miguel Ángel de Quevedo, y no diré más. Bueno, sí diré que lo esperamos con ansia.