Se llama Mila, tiene dos años y dos meses de edad, y como muchas niñas en el mundo entero ama a las princesas de Disney. Hija de padre mexicano y de madre croata, nació en Viena y ahora vive temporalmente en México, y aprovechó su estancia en nuestro país para disfrutar de Disney On Ice: Frozen, que evidentemente la hizo muy feliz.
Heredero de los espectáculos de patinaje que se han presentado en todo el mundo desde hace décadas, Disney On Ice nació en 1981 como Walt Disney's World On Ice, y cambió a su actual nombre en 1998, y desde entonces se ha presentado con enorme aceptación en materialmente todo el mundo.
Los personajes creados por Disney son conocidos en infinidad de países, por no decir el planeta en su totalidad. Los niños los aman, y los quieren ver una y otra vez, en todas sus modalidades: películas, series televisivas, videojuegos, parques temáticos, juguetes, y por supuesto sobre hielo.
Bien dicen que todos tenemos un niño interior y eso queda más que comprobado al ver la reacción de todos los asistentes al show de Frozen en hielo que presenta tres funciones cada día desde hoy y hasta el domingo en el Palacio de los Deportes de CdMx, para luego viajar a Monterrey donde se presentarán una semana más.
Mila, de quien ya hablé al principio, goza en grande cada segundo de la función. Como ella, Maggie, su mamá de 27 años y su papá (Felipe, de tan solo 28) están atentos al show. No es solo la fantasía del cuento lo que los atrapa, está también el virtuosismo de los patinadores, ¡increíbles todos! apuntará la tía, Elena, quien completa el cuadro familiar.
