Los duelos más riesgosos en muchas ocasiones son frente a rivales que no tienen nada que perder, que solamente por el hecho de vencer al acérrimo rival pueden hacer la travesura de ganarles.
Por ello, los Pittsburgh Steelers deberán estar muy atentos en su partido del domingo, cuando reciban a los Cleveland Browns.
Los Browns que veremos el domingo frente a los Steelers no serán ni por mucho ese errático equipo que dejó ir el partido frente a los Broncos el lunes pasado.
Frente al equipo de Pensilvania siempre se crecen y sacan a relucir su talento, tan es así que hace apenas dos semanas les ganaron en un duelo nevado por marcador de 24 por 19, con una extraordinaria actuación de su defensiva.
Al iniciar la campaña, la División Norte era una de las más competitivas en la liga, donde los 4 equipos —en el papel— tenían rosters con el talento necesario para ganar la división y llegar a la postemporada; sin embargo, solamente los Steelers y los Ravens han cumplido con las expectativas.
Aunque los Bengals y los Browns les conocen bien, les odian y pueden darles una buena zancadilla en lo que resta del calendario para complicarles el panorama.
Este domingo es un hecho: veremos un duelo de mucho golpeo, muy intenso, con un marcador cerrado; con un riesgo latente de que puedan varios jugadores salir lesionados, toda vez que la intensidad en la NFL es difícil de controlar para algunos jugadores.
Los Steelers deberán ser cuidadosos con ello, porque tienen más que perder; van camino a la postemporada de manera clara.
Pittsburgh está obligado a ganar el domingo por dos razones importantes: la primera es mantener la ventaja frente a Baltimore en la División Norte, y los partidos divisionales tienen un valor doble en el criterio de desempate.
La segunda razón es que les espera un calendario complicadísimo para cerrar la temporada regular; después de Cleveland visitan a Philadelphia y Baltimore, para cerrar recibiendo a Kansas City y Cincinnati, todos partidos con intensidad de postemporada.
El clima juega un papel fundamental en estas alturas de la temporada. Por ello, inequívocamente, los equipos con capacidad para correr el balón son los que llegan a las últimas instancias.
La época y los escenarios invernales serán clave el domingo para saber si los Browns o los Steelers son capaces de establecer ataques por la vía terrestre.
Analicemos primero a los Steelers: El equipo ha mejorado significativamente a la ofensiva desde que Russell Wilson tomó la titularidad; es muchísimo mejor quarterback que Justine Fields.
Wilson tiene buena visión de campo; no se conforma con lanzar el balón a su primera opción de pase, tal y como estaba diseñada la jugada originalmente, sino que busca una segunda y tercera opción.
Además, es sensacional cuando hace un engaño y sale corriendo para buscar un receptor en movimiento, donde es letal para pases de más de 15 yardas.
Fields es un gran quarterback corredor; no posee las habilidades pasadoras de Wilson, pero es buenísimo para correr el balón, lo cual es utilizado para el equipo en terceras oportunidades y poder sorprender a los contrarios.
El runningback Najee Harris está teniendo una gran temporada.
Es muy bueno corriendo el balón por dentro de los tackles, tiene mucha fuerza para no ceder después del primer impacto.
Tiene más de 820 yardas y promedia 4 en cada acarreo, sin embargo, solamente tiene 4 anotaciones por la vía terrestre. Necesita mejorar él y su joven línea ofensiva en ese aspecto, en la zona de goal.
Por aire, George Pickens cada día se consolida como un estelar.
Es un joven y habilidoso receptor especialista en grandes atrapadas.
Por lo general, para primero y diez o anotación, pero requiere ayuda de un segundo receptor, o bien, más protagonismo del ala cerrada Pat Freiemuth.
A la defensiva, el equipo podría recuperar en este partido a Alex Highsmith, el mejor linebacker del equipo y quien es muy efectivo para detener la carrera y muy bueno para poner presión a los pasadores contrarios, junto con el estelar All Pro TJ Watt, quien no ha brillado estadísticamente debido a que el equipo ha tenido muchas lesiones y siempre le mandan dos o tres jugadores para neutralizarlo.
Los Steelers necesitan este domingo correr el balón más de 30 veces, dominar en la trinchera y solo lanzar en terceras oportunidades y corto yardaje, con pases a su ala cerrada, sus corredores, y dar oportunidad a que sus receptores más rápidos puedan desmarcarse y quedarse con coberturas hombre a hombre.
Por su parte, los Cleveland Browns han sido un fracaso en 2024.
Se esperaba mucho de ellos y son candidatos, junto con los San Francisco 49ers, como las grandes decepciones del año.
Nada les ha funcionado y parece que pudieran iniciar una nueva reconstrucción en 2025.
Lo único bueno que han tenido en esta camapaña los Browns, es que han jugado grandes partidos ante rivales divisionales y han vencido y dado la zancadilla a Steelers y Ravens, dos rivales divisionales a quienes no quieren nada.
Lo que mal empieza mal acaba, y la contratación de Deshaun Watson fue un rotundo fracaso.
Lo contrataron en medio de múltiples demandas de abuso sexual, y no jugó en su primer año. Desde que regresó no ha sido ni la sombra de lo que fue con los Texans, su mente no volvió a ser la misma.
Ojalá este joven pasador de tan solo 29 años pueda recuperar su carrera, pero dudo que sea en Cleveland.
Jameis Winston es su nuevo quarterback titular, pero es sumamente inconsistente: puede ser un estalar en una jugada, y a la siguiente ser el peor de la liga, tal y como lo demostró la semana pasada ante Denver.
Este egresado de Florida State es un veterano de 30 años que con Tampa Bay, en una temporada, llegó a tener 33 pases de anotación; pero también tuvo 30 intercepciones, así de errático es y ha sido.
Los Browns esperaban que, con el regreso del talentoso runningback Nick Chubb, su ataque terrestre iba a ser su fortaleza; sin embargo, no sucedió.
Ahora su jugador importante es Jerome Ford, con apenas 339 yardas, producto de 70 acarreos, lo cual refleja que el equipo se ve abajo en el marcador y frecuentemente obligado a lanzar el balón para recuperar las desventajas que suelen tener durante los partidos.
La defensiva de Cleveland es la 26 de la liga, sin embargo, no es tan mala como sus números lo dicen.
Tienen a Myles Garret, un All Pro que tiene 10 sacks en la temporada; además de Denzel Ward, uno de los mejores cornerbacks de la liga.
No importan los récords, tampoco las estadísticas.
Los Browns jugarán como si fuera un Super Bowl el domingo, buscarán a toda costa darle la zancadilla a los Steelers, quienes deben demostrar que están listos para ganar el título de la división y mostrar que son un equipo de élite, como lo ha sido históricamente.