Sin duda el ejercicio del poder desgasta y abre el espacio para implementar nuevas formas de hacer política.
En Tamaulipas, durante 5 años predominó el discurso firme y fuerte del Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, un discurso que derivó de su lema de campaña que aseguraba que no se vendía ni se doblaba; una narrativa que vendía bien y retrataba a un político diferente, de carácter y decidido a enfrentar los retos del estado.
En temas de seguridad pública sus acciones dieron frutos y de alguna manera se recuperó la paz en varias regiones del estado y se logró transitar nuevamente por casi todas las carreteras y para alcanzar ese resultado se tomaron decisiones con valor y determinación, sin titubeos y sin que temblara la mano.
El gobernador lo había prometido y estaba preparado para dar la cara a este desafío, incluso en el ámbito político, su liderazgo y popularidad le permitió ganar la mayoría de las alcaldías y diputaciones en el 2016, pero a partir del 2018 las cosas cambiaron y se generó la cultura de confrontación contra los actores de la llamada 4T, en especial, contra Andrés Manuel López Obrador.
A través de la alianza federalista que incluía a los gobernadores de varios estados que exigían al gobierno federal una justicia presupuestaria, García Cabeza de Vaca se convertiría en el mandatario más incómodo para la 4T y a partir de ahí arranca una persecución política de la FGR que terminó en su desafuero por parte de la Cámara de Diputados.
Los resultados electorales adversos del 2021 y la pérdida de los principales municipios y de la mayoría del congreso del estado agravaron su fortaleza política.
Pero después de esta etapa y en el ocaso de su mandato, el gobernador ha moderado de manera impresionante su estilo personal de conducirse en al ámbito político; hoy se reúne con personajes federales, como el secretario de Gobernación, los titulares de las fuerzas armadas y en días recientes recibió en su despacho al nuevo delegado de Bienestar Social y encargado de los programas federales en Tamaulipas, Rodolfo González Valderrama.
Bueno, hasta fotos y selfies se publican de esos encuentros que antes le resultaban molestos.
¡Es de sabios cambiar de opinión! _