1.- ¿Puede un jingle hacer ganar a un candidato? Sí, por lo menos en el pasado la estrategia funcionó -diría el spot- en México y en el mundo. Ahora, con la proliferación de la estrategia de viralizar memes, canciones y coreografías, Álvarez Máynez intenta hacer algo similar con la ayuda de Rafael Valenzuela.
Hasta ahora, el crecimiento del candidato presidencial de Movimiento Ciudadano es adecuado para el objetivo real del partido naranja a nivel nacional. Saben que no ganarán la presidencia, pero eso es lo de menos: si logran abollar de forma irreparable la carrocería del PRI y del PAN podrán aspirar a cosas mejores en los próximos tres y seis años.
Claro, para lograrlo necesitan completos Nuevo León y Jalisco. El territorio fosfo fosfo está en las manos de Samuel y Mariana que, en tándem, relatan una historia particular donde la candidata debe arreglar las tropelías mediáticas de su esposo todos los días.
Jalisco es otro cantar. Parece que hubo nuevas señales para todos en donde la coordinación regresa a Casa Jalisco y donde el mensaje es claro: o ganamos todos o perdemos todos. Lemus tiene sus retos y navega entre peligrosas aguas de viejos lobos de mar en la política -no, no me refiero a los morenistas que tienen la brújula muy perdida en el occidente, sino todo el equipo de Claudia Delgadillo que no son otros más que gente del maestro Aristóteles sin el maestro-, pero debe apoyar a los que están en la planilla comenzando por Verónica y Frangie.
Si se gana Jalisco pero se pierde Guadalajara, el infierno en casa será obvio e ineludible.
2.- ¿Importa el vestuario en un debate? No debería, pero en el caso de Xóchitl todo cuenta. La candidata está tan cuestionada por todos (sociedad, partidocracia, medios, granjas y presidente) que tropieza con todo lo que está a su alrededor. Gálvez ha perdido de vista que no importa la seda sino la realidad y que la articulación de la misma en el primer debate fue deficiente. No importa que tan buen delivery se tenga si la sustancia escasea. Aquí, sobra: tan solo en la última semana se ha reportado los días más violentos del año, la encuesta que presumía el oficialismo sobre percepción de inseguridad se descuadró, hubo levantadedos en ambas cámaras con iniciativas que lesionan los derechos ciudadanos, continúan los asesinatos de candidatos y la carencia de medicamentos y, para colmo, convirtieron un meme en una ofensa general al subirlo a publicidad de campaña.
Solo necesitaría accionar esto de forma adecuada. Doble contra sencillo a que falla.
3.- ¿Debe ganar la hipocresía? No, por ello Sheinbaum debería ser cuestionada por las cuentas de su familia en paraísos fiscales y por una casa que afirma construyó con sus manos mientras estaba embarazada. No solo las fechas no dan, sino que la discusión debería ser otra: es deshonesto venderse como uno de los millones de mexicanos que no pueden adquirir casa propia cuando tenias cuatro y tiene los recursos para comprarla donde quisieras.
Pero eso, en México, no servirá de nada. La posverdad gana a cualquier dato.
Y eso nos cobrará factura tarde o temprano.
