Si estaba usted esperanzado en ver campañas políticas convincentes, propositivas y apegadas a lo que la ciudadanía esperaría de las que son consideradas las elecciones más importantes de la historia de nuestro país; lamento decirle, estimado lector, que espera usted en vano. Faltan pocos días para que estas acaben, y le aseguro que será más bien una sensación de alivio la que se experimente al saber ha finalizado ese “circo, maroma y despensa de regalo” del que hemos sido testigos.
No conformes con inundar nuestras calles con sus “caritas sonrientes”, y creer que por pararse en un semáforo agitando banderitas nos van a convencer de ser la mejor opción; ahora nos han sorprendido con todo tipo de desfiguros y ridiculeces que están muy lejanas a las soluciones que el país necesita. Y así, cuando crees que ya lo has visto todo, te encuentras a un candidato “TikToker” cantando o bailando que da pena ajena, uno que se compara con Obama, una candidata que se siente sacada de una serie de Netflix tomándose fotos al estilo de “Gambito de Dama”, otro que llega a un evento en un ataúd, y otro más lanzando mentadas de madre mientras reparte volantes. Una de dos: o no tienen nada bueno qué decir ni proponer, o creen que haciéndose a los chistosos van a convencer a los electores. Quizás sean ambos.
Como si esas ridiculeces no fueran suficientes, hemos sido testigos de una ola de violencia como pocas veces se han visto. Entre descalificaciones, amenazas, ataques, calumnias, difamaciones, escándalos y todo tipo de artimañas con las que se podrían armar las asignaturas de la “Licenciatura en Guerrasuciología” de la cual nuestro país se está volviendo referente mundial. Curiosamente esta herramienta tan utilizada, sólo consigue mostrarnos el por qué NO votar por el contrario; pero no nos muestra el por qué SÍ votar por quien lanza el ataque.
Pero la violencia no para ahí, pues también ha sido una de las campañas donde más presente ha estado la muerte. La consultora Integralia reporta 27 asesinatos en lo que va de la campaña en México. Además, revela que de 169 ataques a activistas, periodistas y funcionarios, 143 resultaron muertos. Situación que no sólo preocupa, sino que enrarece aún más la ya de por sí desangelada campaña electoral que estamos viviendo.
La buena noticia es que falta poco para que todo esto termine. La mala, es que entre el desencanto por ir a votar y el que no hay muchas opciones para elegir, muchos de esos pseudopolíticos dirigirán los rumbos de nuestro país. La tarea de estos candidatos en estos días que faltan, seguramente será el seguirnos bombardeando con lo mismo de siempre. Nuestra tarea es hacernos inmunes al discurso-basura y ejercer nuestro derecho al voto de forma inteligente. O a ti ¿qué te dice el espejo?
Gina Serrano
