Domingo 3 de mayo. 7:30 am. Año de Leona Vicario.
La vida en México durante la pandemia del coronavirus transcurría despacio y en silencio. Y Gil hacía pico de gallo al amanecer. Usted lo sabe: jitomate, cebolla y chile verde reducidos a pequeños trozos que mezclados convocan a sabores fuertes, pero imprescindibles. Llenar un recipiente no es cosa fácil, sobre todo si uno se toma el trabajo de hacer bien su labor consistente en trocitos bien reducidos. Con esta mezcla se logran huevos a la mexicana, quesadillas de antología y otros subproductos de la comida nacional. Ahí estaba Gil: a corte y corte, duro y dale. Al paso que vamos, Gamés acabará con la vajilla: ha roto platos hondos, extendidos, vasos, una botella entera de whisky, ha derramado un garrafón de agua. En fon, habilidades naturales.
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10:30 am
Otro que rompió la vajilla, carísima de Francia, y derramó el garrafón del agua, fue el hijo de don Manuel Bartlett chu-chu-chu. Una nota de Eloísa Domínguez en su periódico La Crónica informa que “Manuel Bartlett Díaz, director general de la Comisión Federal de Electricidad, se vio ligado otra vez a un escándalo de contratos y nuevamente no por acciones directas, sino por las que ejecutan primeramente su pareja sentimental y, en el último caso, su hijo, a quien el gobierno federal le compró 20 ventiladores destinados a atender la emergencia de covid-19, resultando especialmente caros”. El reportaje original que denuncia la compra a la empresa del hijo de Bartlett lo escribieron Laura Sánchez Ley y Raúl Olmos y se publicó en la página de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
Oigan, lean, atiendan por piedad: “luego de darse a conocer que la empresa Cyber Robotics Solutions —propiedad de León Manuel Bartlett Álvarez— obtuviera la venta al gobierno mexicano de ventiladores para atender a pacientes graves por covid-19 a un precio cada uno en más de un millón 500 mil pesos, el empresario e hijo del director de la CFE se defendió señalando que sus ventiladores eran más baratos que los que compraba el gobierno de la Ciudad de México”.
Si Gil ha entendido, el hijo del director de la Comisión Federal de Electricidad le vende al gobierno. Y éste no solo le compra, sino que lo contrata con tremendos sobreprecios. Pausa dramática: señor Presidente de la República, ya le perdonó a Bartlett sus casas y casas, ¿también estas ventas ilegales con sobreprecios? Uta, uta, uta.
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12:25 pm
Para salir del enredo del que no podrá salir, Bartlecito acusó ¿a quién? A la jefa de Gobierno de CdMx, y aseguró que el costo de unidades integrales de terapia respiratoria no son comparables con respecto a las referidas, pues las que obtuvo la capital incluyen la compra de insumos, refacciones, consumibles, mantenimiento preventivo y correctivo; capacitación y garantía por tres años. Trampas, patrañas, trapacerías de Bartlecito. Se llama negociar con la muerte, enriquecerse con la enfermedad. Papá e hijo, uno solo.
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2:30 pm
La hora sagrada. Gil vertió en un vaso corto un vodka Grey Goose, doble, añadió hielo y gotas de limón. Sheinbaum insistió en el compromiso de su administración de ser transparente en el contexto de la pandemia. Finanzas aclaró que las unidades adquiridas por la Secretaría de Salud capitalina se encuentran dentro del promedio del precio del mercado.
Finanzas especificó que la compra anticipada de insumos y servicios, incluida en esta cotización, protege a las finanzas de la ciudad contra el incremento de precios por la inflación, por su posible escasez y garantiza contar con los todos los insumos que se requieren para esa terapia por tres años.
“Los bienes y servicios adicionales adquiridos son necesarios para garantizar el aprovechamiento de dicha compra. Esto se ha adoptado como una práctica tras experiencias previas en las que se adquirió equipamiento médico y fue subutilizado por falta de consumibles y mantenimiento específicas para equipo, durante su vida útil.”
“Por tratarse de una emergencia nacional, donde lo importante es la vida de los pacientes, es que se hizo este procedimiento de compra local (de ventiladores) a empresas que ofrecían la entrega inmediata” dijo la titular de la delegación del IMSS en Hidalgo, Claudia Díaz, al justificar la compra a la empresa del hijo de Manuel Bartlett. “El Instituto Mexicano del Seguro Social no trabaja con personas, sino con razones sociales o empresas en la adjudicación de compra de ventiladores para pacientes con covid-19”, señaló la titular de la delegación del IMSS en Hidalgo. Mju. Sí. Mju. ¿Saben qué Bartletts? Debería darles vergüenza ser unos pillastres.
Todo es muy raro caracho: Vendo barato, arbano.
Gil s’en va
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