Política

La negación de la desgracia

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Gil tuvo una esperanza mientras veía la destrucción de Acapulco: que el Presidente declarara una tregua, un paréntesis blanco en los pleitos políticos en favor de los damnificados del puerto. Del otro lado, lo mismo, sin ocultar información y siguiendo las acciones del gobierno. Ah, ingenuo Gilga, incauto.

Por cierto, la postura de Xóchitl Gálvez ha sido la más equilibrada, solidaria y a la vez inteligente.Gamés le daba vueltas a la noria de esa esperanza cuando Liópez desató a los perros de la injuria. De verdad, qué pasión por la bravata, incluso en medio de la tragedia, de los muertos, de la destrucción.

Le preguntaron al Presidente las cifras de muertos y desaparecidos y él aprovechó para lanzarse contra los medios de comunicación, a quienes acusó de “aprovecharse de la desgracia”. Aseguró que son “temporadas de zopilotes” ante la tragedia ocurrida en Acapulco tras el paso de Otis.

Algunos periodistas señalaron que un documento previo emitido por el mismo gobierno de México contabilizó más personas fallecidas de las reportadas por la gobernadora Evelyn Salgado durante la mañanera del lunes. De inmediato el presidente Liópez reaccionó insultando periodistas, a quienes llamó “viles” en busca de sus “colmados privilegios”.

Cuando el insulto es la única forma de relacionarse con el mundo, lo que tenemos es un presidente como Liópez. Dele a la matraca del odio. Un desastre emocional y político.

El Presidente: “La señora gobernadora confirma: en Semefo tenemos 45 cuerpos, de los cuales se han entregado a sus familias 16. Y tenemos 47 personas no localizadas que han entregado su prueba de genética, todo está documentado legalmente, es la información verificada hasta el día de hoy”.

Nos fue medio bien

Gil ha leído esta información en Infobae y en una nota de César Jiménez. Luego de minimizar el viernes pasado la cifra de muertes provocadas por el devastador paso del huracán Otis por Acapulco, el presidente Liópez minimizó el desastre que este fenómeno causó en el puerto. Durante su mañanera, el presidente López Obrador recordó que el huracán Katrina que azotó Nueva Orleans, en la costa sureste de Estados Unidos, dejó un total de 2 mil personas sin vida.

En contraparte, señaló que hubo otro huracán —sin especificar nombre ni año en que golpeó el puerto de Acapulco— que dejó 200 personas sin vida. Esto como parte de sus críticas a los medios de comunicación por la información que se difunde en torno al impacto de este fenómeno.

“Nos fue bien, por lo que sea. O no nos fue tan mal porque cuando entró el huracán Katrina a Nueva Orleans fueron 2 mil muertos, un huracán categoría 5. ¿Ustedes creen que eso lo dicen los que están en la radio, lo han escuchado en la televisión? ¿Han escuchado que con un huracán de categoría 4 menor a esto fallecieron 200 personas en Acapulco?”.

El Presidente tiene razón, mjú, y eso que ni qué, los reporteros deben empezar sus notas diciendo esto ante la destrucción de Acapulco: “Acá estamos en el puerto; sí, hay daños, pero nada comparado con lo que ocasionó el Vesubio en Pompeya. O sea que nos ha ido bien y la 4T avanza”.

¿Le gusta este mensaje, Presidente?

No se derrumbaron

Liópez destacó que las estructuras de los hoteles quedaron sin daños, aunque precisó que deben realizarse análisis y pruebas estructurales. No obstante, insistió en que ningún hotel se cayó. Pues no, Gil vio ruinas, pero tampoco como en el temblor del 85, que por cierto ningún periodista reaccionario trajo a cuento. Ese sí fue un desastre y no pamplinas.

“Las estructuras de acero y concreto se mantuvieron. ¿Qué fue lo que se destruyó? Pues vidrios, tablaroca, los techos de plafones, todo eso. Pero ayuda mucho, ojalá y esta hipótesis sea válida, porque si se tiene estructura, se puede rápido reconstruir, lo mismo en el caso de las viviendas”.

El Presidente explicó que se revisarán establecimientos, viviendas y hoteles mediante un censo de la Secretaría de Bienestar, que será la encargada de dar el primer paso para poner de pie al puerto de Acapulco.

Hace apenas una semana, en el puerto se esperaba, para el periodo decembrino, la llegada de más de un millón de turistas (en el verano lo visitaron 977 mil); se calculaba una derrama de más de 6 mil millones de pesos. Uff.

Todo es muy raro, caracho, como diría Cocteau: “Mi pesimismo no es sino una variedad del optimismo”. 

Gil s’en va


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Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • [email protected]
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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