Así se llama el libro de Cortázar y, en efecto, alguien por ahí anda muy enojado. El Presidente se despachó con el cucharón del puchero: “el Poder Judicial ya no tiene remedio y está podrido además de actuar de forma facciosa… En un acto de prepotencia y autoritarismo se atreven a cancelar la ley los ministros de la Corte y quieren regresar al servicio de una minoría rapaz, que se dedicó a saquear al país y que quieren regresar por sus fueros. Ahí viene el Plan C. Ya me di cuenta de que hace falta, es lo mismo que la elección de los consejeros del INE, que los elija el pueblo. Sólo el pueblo puede salvar al pueblo, el pueblo es el que puede purificar la vida pública”.
O sea, alguien está muy enojado. Tremendo varapalo, el primer capítulo del Plan B, por los suelos. Dos de las reformas de Liópez Obrador no existen: la Guardia Nacional y la demolición del INE no existen. Desde luego viene el gran ataque a la Suprema Corte: manifestaciones de miserables a las afueras de la Corte, presiones de rufianes y asaltantes. Será el sereno pero palo dado ni Dios lo quita.
Luz del mundo
Una nota de Elias Camhaji en su periódico El País informa que “Emmanuel Reyes Carmona posó sonriente y subió una foto a sus redes sociales con sus dos compañeros de batalla, Favio Castellanos Polanco y Hamlet García Almaguer. Los tres tienen muchas cosas en común: son más o menos de la misma edad, estudiaron Derecho, trabajan como diputados federales, pertenecen a Morena (el partido de Andrés Manuel López Obrador), y todos son fieles de la iglesia mexicana La Luz del Mundo. ‘Lo logramos’, escribió Reyes Carmona cuando recibió la noticia el pasado 28 de abril de que Humanismo Mexicano, la organización que él encabeza, obtuvo su registro como agrupación política nacional, apenas un escalón por debajo del estatus que tienen los partidos políticos en México.”
Cuando las cosas dan vergüenza. La asociación ha levantado sospechas desde el inicio porque Naasón Joaquín García, el líder de La Luz del Mundo, se declaró culpable el año pasado de tres cargos por abuso sexual de menores para evitar el riesgo de pasar el resto de su vida en la cárcel. Porque la ‘iglesia’ ha sido denunciada de interferir en elecciones, demandada por lavado de dinero y transacciones irregulares en paraísos fiscales, y acusada de tejer alianzas políticas a lo largo y ancho del continente. Y porque México no admite la participación de grupos religiosos en la política desde hace más de 150 años.
Muy bonito. Los seguidores de un violador probado, pertenecientes a Morena, tienen ya una agrupación política. En el límite entre los asuntos de Dios y los de los hombres, Reyes Carmona niega en entrevista con su periódico El País cualquier vínculo entre su agrupación y la iglesia, afirma que su lealtad está en el proyecto del Presidente y se dice víctima de “persecución religiosa”.
Respuestas
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“¿La iglesia de La Luz del Mundo tiene un papel en Humanismo Mexicano?”
Carmona responde: “No, no tiene ninguno. Ninguno. Ninguno. Te lo puedo asegurar. Rásquenle, búsquenle. No hay nada que ocultar. Ya es legal Humanismo Mexicano, nueva agrupación política de la secta La Luz del Mundo. Obtuvo su registro ante el Instituto Nacional Electoral”.
“La Luz del Mundo entra a la política y se alinea a Morena. ¿Entonces, todo lo que haga Emmanuel Reyes por el sólo hecho de ser un miembro más de los millones que son de La Luz del Mundo, ya por eso van a decir que La Luz del Mundo está detrás? No estoy de acuerdo. Eso nos pone en un dilema porque tendríamos que preguntarle a cada político de qué religión es y si dice que de la Iglesia católica señalarlos por los casos tan notados [de pederastia] del padre Maciel y de los Legionarios de Cristo, y agrega: No tiene nada que ver con religiones, este es un proyecto político.
Humanismo Mexicano es también el nombre que escogió López Obrador para definir su ideología política en un discurso en noviembre pasado. Somos una organización progresista, liberal, a favor de los derechos y las libertades”.
El diputado llegó al Congreso de la mano del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en septiembre de 2018, pero se cambió a Morena un año más tarde, tras acusar a la formación en la que militó desde que tenía 13 años de “incongruencia legislativa”.
Todo es muy raro, caracho, como diría Samuel Smiles: “Nunca se va de éxito en éxito, las derrotas y los éxitos se alternan”.
Gil s’en va