un gran sector de los padres de familia (el mejor preparado educativamente) así como escuelas privadas, insiste en un retorno ordenado y cuidadoso a clases presenciales. En varios países que no suspendieron de manera definitiva las clases, y otros que ya las retomaron, se demostró que los contagios en ambiente escolar controlado son los más bajos y prácticamente insignificantes, comparados con ambientes sociales y domésticos.
Los daños en los niños han sido peores a partir del confinamiento, que el potencial de afectaciones de haber retomando las clases. Se disparó el índice de violencia familiar, de abuso sexual, de muerte por maltrato, por descuido o por desnutrición.
Para muchos niños de escuelas de tiempo completo, los alimentos que recibían eran prácticamente la única comida decente que tenían durante el día. Al clausurar ese ambiente, enfrentaron un gravísimo problema de hambre y desnutrición.
Para la mayoría de los padres de familia de clase media y baja, mantener a los niños aislados se volvió un imposible: para salir a trabajar, los niños tuvieron que deambular de casa en casa para ser cuidados por vecinos u otros familiares. El remedio resultó peor que la enfermedad.
Una queja de una gran cantidad de escuelas privadas es que han invertido enormes cantidades de dinero para adecuar sus instalaciones y dotar los salones de tecnología como los monitores de dióxido de carbono, entre otros sistemas de seguridad sanitaria, y este esfuerzo está resultando inútil ante la negativa de los gobiernos de reabrir las escuelas.
Si el gobierno no tiene la capacidad económica de implementar estos sistemas en las escuelas, (o no quiere hacerlo) esto no es culpa del sector privado que ya hizo este esfuerzo. Las medidas tomadas son injustas y fuera de la realidad.
Para campañas políticas, marchas de apoyo y espectáculos de cierres de campaña, el coronavirus fue desdeñado. Para abrir las escuelas, ¿ahora sí se toman en serio la pandemia?
Es lamentable que en México todo se maneje con fines políticos y electoreros, incluso a costa de la vida y de la muerte, cuando deberíamos estar considerando elementos científicos y profesionales. _
