Cultura

La fatal indiferencia

  • Semillas de conciencia
  • La fatal indiferencia
  • Gabriel Rubio Badillo

La gente está indignada ante el brutal y fatídico ataque de la policía de Tulum a la mujer salvadoreña. En menor proporción de difusión circularon imágenes del anciano golpeado con saña, por una mujer perturbada.

Ambas situaciones llevan un común denominador: la indiferencia de los presentes. Buenos para grabar video pero nadie movió un solo dedo para ayudar a las víctimas de semejante abuso. La brutalidad de los policías es igual de reprobable que la pasividad de los espectadores. Ni siquiera de manera verbal increparon a los oficiales. Se limitaron a ver y grabar. Y tuvo que ser asesinada y hacerse famosa para que las autoridades dejaran de ser indiferentes también sobre las denuncias de acoso, abuso y maltrato por parte de su ex pareja.

Ya lo detuvieron. Pero solo después de que la muerte de la chica causó un escándalo en redes y medios. ¿Cuántas chicas más violadas y maltratadas siguen esperando justicia? Y ahí seguirán. Las autoridades son omisas. Y la sociedad somos pasivos e indiferentes.

Aún nos falta un largo camino para entender que, si seguimos siendo una nación dividida, nada nos podrá sacar del actual atraso. Nos quejamos de tener autoridades indiferentes, pero entre nosotros mismos nos ignoramos.

Criticamos a las feministas por sus marchas; como si el resto de la sociedad fuéramos ajenos a sus causas y demandas. La gente vocifera y protesta en redes. Pero nada se podrá lograr sentados en la comodidad del sillón.

Los países altamente desarrollados suelen mostrar una poderosa organización social, el pueblo está unido para oponerse de manera multitudinaria a las acciones arbitrarias de sus gobernantes hasta hacerlos retractarse.

Aquí la gente solo alza la voz cuando se ve afectada de manera directa en sus intereses o familiares. Y entonces sí queremos que todo mundo se nos una. Por si fuera poco, también educamos hijos indiferentes: en el bullying escolar, tendríamos que preguntarnos quiénes son peores personas: los abusivos golpeadores o los testigos indiferentes.

La indiferencia es lo que nos está matando. Y es una epidemia más antigua y fatídica que el covid-19. Hacernos los desentendidos no puede seguir siendo una opción. _

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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