Lo más peligroso de la ansiedad es acostumbrarte a ella; llegar a creer que es normal vivir en angustia y con prisa todo el tiempo. La ansiedad es el verdadero asesino silencioso detrás de la hipertensión arterial. La mayor parte de las personas hipertensas llevan una vida con pésimo manejo del estrés. Las afectaciones van desde el perderse el día a día, el no saber disfrutar los momentos, hasta graves afectaciones a la salud y, en casos extremos, la muerte por infarto. La vida de por sí es corta; carece de sentido adelantar la fecha de nuestra partida con hábitos autodestructivos, llenándonos de tensión y angustia por cosas que suelen estar solo en nuestra cabeza y no en la realidad. La ansiedad prolongada y la hipertensión arterial son dos factores relacionados con el elevado número de muertes en esta pandemia. Pero desde antes del covid, el estrés y las muertes por infarto asociado son el pan de cada día. La salud se debilita si tu cuerpo vive lleno de tensiones a diario, año tras año. Nos vamos acabando la vitalidad de tanto pensar en absurdos. Vivir en el mundo de las suposiciones nos arrebata el sueño, nos quita el apetito, o nos hace comer por ansiedad.
¿Qué es exactamente la ansiedad? Es la obsesión de vivir en el futuro y de querer controlarlo todo: la gente, las situaciones, las emociones y la conducta de otros. Una necia insistencia a negarse a vivir el presente y ocuparse de las cosas que realmente están al alcance. Cuando intentas dirigir la vida de las personas, o intentas cambiarlas, lo único que hallas es desgaste. La ansiedad va muchas veces de la mano de la depresión: cuando nos enfocamos en lo que no tenemos; en ideas absurdas de creer que, los que se marchan de nuestra vida por su voluntad deberían de seguir aquí. Ir por la vida remando contra corriente por supuesto que desgasta tu cuerpo y también tu mente. No desperdicies la grandiosa oportunidad de estar en este mundo, dictándole a Dios y al universo sobre cómo deberían de marchar. Hay cosas que sí están bajo tu control: tus hábitos, por ejemplo. Si te empeñas en invertir tu energía en aquellas cosas que no lo están, la ansiedad jamás se irá de tu vida. _