Cultura

La guerra, la ciencia y la vida cotidiana: la navegación (3)

  • 30-30
  • La guerra, la ciencia y la vida cotidiana: la navegación (3)
  • Fernando Fabio Sánchez

Narración imaginaria de un navegante portugués del siglo XV.*

Un navegante conoce lo escrito y lo hablado, lo real y los sueños, la historia verdadera y aquellas fábulas de la imaginación.

Esas fueron las palabras de un extranjero en la plaza. Vestía ropas avejentadas, de un costado raídas, sucias y manchadas de salitre, como si apenas hubiera salido del mar.

Por eso lo escucho, pero no le creo.

Un marinero inventa, miente, transforma la realidad. No deben extrañarse. El mundo es nuevo y los mapas cambian a medida que lo vamos descubriendo.

Como ese navegante que llegó y que busca convencernos para emprender un viaje más allá del fin, hacia el oeste.

Nací en este puerto, y gracias a la Virgen de Fátima, soy un sirviente del rey Juan II de Portugal.

Desde el puerto de Lisboa, los barcos zarpan hacia mar adentro mientras, en tierra, las mujeres y los viejos se quedan rasgando las guitarras y cantando la saudade.

Los marineros que esperan una embarcación y otros que purgan una culpa, una pena o una tristeza, se recluyen en Alfama en una taberna y toman licor.

Según puedo asegurar, el oporto blanco cura las heridas del alma. Las mujeres, que cantan, son también un bálsamo del alma. Con su belleza y dramatismo, avivan los sentidos.

Más de una vez me he enamorado de una cantadora. He sido feliz cada una de las veces. Aunque he tenido que elegir el mar, otra vez, para luego enamorarme nuevamente en otro puerto, con otra canción, en otros brazos.

Como aquella vez que zarpé de Lisboa hacia las aguas del sur y entramos apenas por el estrecho. Del otro lado, ya en las aguas del Mediterráneo, desembarcamos en Ceuta, en el continente africano.

Ceuta fue la primera conquista de Enrique de Portugal. Allí se construyó la Columna de Hércules meridional, porque es la puerta hacia el fin del mundo.

El infante o príncipe fue también conocido como Enrique el Navegante. Logró el monopolio de las exploraciones hacia el sur por la costa de África.

Llegó hasta las islas Azores, Canarias y Madeiras, donde impuso la agricultura y llevó cabezas para pastar.

Fue hijo, hermano y tío de los reyes, y dedicó su vida a la exploración del Río de Oro de África.

Luchó contra los infieles del islam y recogió esclavos y pimienta.

Cuando nació Aries estaba en marte y estuvo acompañado por el sol en la casa de Saturno.

Los astrólogos dijeron que el príncipe debía esforzarse por alcanzar grandes conquistas. En especial, debía buscar cosas que estaban ocultas y secretas para otros hombres.

Nada se escondería de sus empresas y las llevaría a cabo fielmente.

Por eso, él y sus navegantes dominaron la ruta del Cabo Bojador, más allá de las Canarias, en la costa continental, rodeando la curvatura de la gran península africana, hasta Sierra Leona.

Enrique de Portugal fue el primero de los grandes caballeros cosmógrafos. El primero de aquellos hombres de armas y conocedores del cielo, las matemáticas y la tierra.

Su escudo de armas muestra torres en la bordadura, simbolizando la tierra, y en el campo hay cuatro escudos azules en los puntos cardinales y uno en el centro, simbolizando el mar.

Fundó una cátedra sobre predicción astrológica y la Universidad de Coímbra.

El navegante extranjero que escuché en la plaza del Comercio de Lisboa desea viajar a Coímbra para ofrecer una cátedra sobre otras rutas.

Dice que Portugal es la nariz de nuestro continente, y que allí mismo en la plaza se deben erigir las verdaderas columnas de Hércules, porque es la puerta verdadera hacia el fin del mundo.

Pero argumenta que el llamado fin del mundo no existe; que más allá se encuentran otras tierras que no son las africanas. Dice que más allá se encuentran las indias.

Mas yo sé que miente, que fabula, que inventa. Su apariencia no es de un gran letrado ni su sangre viene de reyes.

Que regrese a sus tierras o que se vaya a otro reino a embaucar a otros monarcas. Que hechice a otros con su acento genovés.

*Narración inspirada por “Ciencia y guerra. El pacto oculto entre la astrofísica y la industria militar” (2018) de Neil deGrasse Tyson y Avis Lang.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.