Un brillante cantautor que gusta de silbar y tocar el violín al clásico estilo de los viejos folkloristas con sus apuntes de swing, incorporando diversas músicas de raíces europeas y americanas, entre sonidos celtas y bluegrass, y tendencias más recientes como el rock alternativo y el artpop: lo respalda una fructífera y muy consistente trayectoria en la que no ha dejado de innovar con base en sus principios compositivos y como cronista de una cotidianidad que siempre ofrece sorpresas. Andrew Bird nació en Lake Forest, Illinois, en 1973 y se formó a través del método Suzuki, con fuerte énfasis en los lenguajes, particularmente el musical.
Debutó a los veintipocos con Music of Hair (1996), título prestado del poema Wait de Galway Kinnel, desenredando valses tristemente insistentes, desplegados por un violín errante y elusivo que acompaña narraciones compartidas como si se tratara de un juglar extraviado a finales del milenio, a quien se le suma una segunda voz en momentos decisivos y un buen cúmulo de reconocidos músicos del circuito de recuperación de sonidos fundacionales: un folk envuelto en oscilaciones retro swing con algún apunte de Heinrich Heine, unas piezas tradicionales y un cuarteto de Ravel. Después se unió a la banda Squirrel Nut Zippers para colaborar de 1996 a 1998.
Bajo el nombre de Andrew’s Bird Bowl of Fire, continuó con Thrills (1998), explorando raíces musicales de las primeras décadas del siglo XX, de la República de Weimar a los salones de Nueva Orleans y de ahí, a los campos abiertos alrededor de las nacientes ciudades para anunciar la llegada de Oh! The Grandeur (1999) con todo y sus apuntes sobre el autismo, así como la adaptación del poema que dio título a su primer disco, y de The Swimming Hour (2001), ahora con incorporaciones de la música gitana, el góspel, el jazz y el rock’n’roll.
Vinieron Fingerlings (2002), en vivo junto con Nora O’Connor; el EP The Ballad of the Red Shoes (2002), grabado en conjunto con su madre; Weather Systems (2003), en el que participó el dueto The Handsome Family y funcionó como una bocanada reflexiva mientras componía el brillante Andrew Bird & the Mysterious Production of Eggs (2005), disco de llamativa portada que le valió el definitivo reconocimiento global, ampliando márgenes tanto instrumentales como melódicos con canciones como Fake Palindromes, Opposite Days, Banking on a Myth y A Nervous Tic Motion of the Head to the Left, colocando incrustaciones de indie rock a su aliento retro.
En estudio, presentó el ligeramente más guitarrero y contundente Armchair Apocrypha (2008), que contó con la crucial participación del pianista y baterista Martin Dosh, al que le siguieron el EP Soldier On (2008); el barroquismo de Noble Beast (2009) expresado en el folkpop de Oh No y sus característicos silbidos; el instrumental Useless Creatures (2010), integrado por nueve cortes aventureros; la música contenida en Norman (2011), la película de Jonathan Segal. Este mismo año compartió sus melódicos chiflidos para que Walter encontrara su vocación en Los Muppets (Bobin, 2011), convertido en un Caruso silbador, para continuar con Break It Yourself (2012), con la presencia de Annie Clark (St. Vincent).
Tras el inmediatista Hands of Glory (2012), apostando a la espontaneidad y, siguiendo similar enfoque y tras grabar I Want to See Pulaski at Night (2013), compuesto alrededor de la pieza principal, produjo Things Are Really Great Here, Sort Of (2014), conformado por canciones de The Handsome Family. Empezó a componer una serie de álbumes llamada Echolocations que al momento cuenta con dos álbumes: Echolocations: Canyon (2015) y Echolocations: River (2017), en plena conjunción ambiental desde una aproximación instrumental que nos introduce en los ecosistemas referidos. La formación de una familia se expresó en Are You Serious (2016), donde el ahora esposo y padre compartió un poco más de sí mismo en compañía de Blake Mills y Fiona Apple, entre lances discretamente más rockeros; este mismo año colaboró en la música del documental Burden (Dewey y Marrinan, 2016).
My Finest Work Yet (2017) es una declaración de principios tamizada por un folk rock para denunciar la indiferencia que nos envuelve, el encono político, los problemas ambientales y en general la inercia que nos mantiene en un estado de inacción y conformismo: Bloodless, Olympians, Archipelago y Fallorun como canciones significativas. Después de Hark! (2020), con influjos navideños entre algunas versiones y piezas propias, firmó junto con Jimbo Mathus la obra These 13 (2021), entrando al territorio country, al que le siguió el díptico Inside Problems (2022) y Outside Problems (2023).Andrew Bird se presenta en México.