El covid-19 nos ha demostrado que el trabajo remoto es posible, eficiente y productivo. Es un hecho que el HO llegó para quedarse. Hace unos días me enteré que una de las firmas de auditoría más importantes de México comunicó a sus colaboradores que se quedarán trabajando de forma permanente desde su casa. Seguramente en el futuro próximo veremos muchas más empresas que seguirán el camino del HO en algunas, no en todas, de sus áreas funcionales. Es comprensible que una decisión de esta magnitud afectará de manera importante al equipo de trabajo, lo que podría traer consecuencias negativas para las empresas. Me parece que una situación como ésta se debe analizar a la luz de la paradoja de Abilene. El catedrático Jerry B. Harvey (1974) observó el fenómeno y lo expuso a través de una anécdota que se explica por sí sola. En una tarde muy calurosa, el jefe de una familia hace la propuesta de hacer un viaje (100 kilómetros) a Abilene, Texas, para cenar. Él no está totalmente convencido, pero considera que será una buena idea para el resto de la familia; todos los demás miembros aceptan sin realmente desearlo. Durante el trayecto y en el destino suceden situaciones desagradables. Ya de regreso en la casa, todos externan su malestar y aceptan que no querían ir. Entonces, la pregunta importante es ¿por qué aceptaron? Por el sentido de pertenencia al grupo, lo que no implica necesariamente que exista conformidad. Las resoluciones llevadas de manera grupal no son siempre las correctas y, mucho menos, cuando las intenciones personales de todos los integrantes de la agrupación van en sentido opuesto. La decisión de continuar con el HO será unilateral y tendrá que cumplirse, sin embargo, hay que considerar los efectos negativos que pueda tener en la cohesión y la productividad del grupo de trabajo. Considero que un buen primer paso es conocer si los colaboradores tienen un espacio y los muebles adecuados para poder trabajar. En Monterrey, por ejemplo, debes de estar seguro de que tengan aire acondicionado en su casa. El HO es una gran idea, sin embargo, conlleva riesgos, ¿qué opinas al respecto?
Federico D’Kuba es profesor del IPADE Business School