La tan esperada vista del presidente Andrés Manuel López Obrador con su homólogo Biden a Estados Unidos se da a pocos días del homicidio masivo de 53 migrantes ocurridó en Texas, en medio de un aumento en los primeros meses del 2022, de cerca del 60% en los flujos migratorios desde Centroamérica y México, además de enmarcarse rumbo a las próximas elecciones de medio termino en el vecino país del norte.
El tema central será la migración. Es fundamental transitar de una estrategia y presión por parte de las autoridades estadounidenes, que ha puesto el acento en la militarización y securitización de las fronteras, a una que lo ponga en las personas, con un enfoque amplio, regional, humano y conveniente para todas y todos. El control y las amenzas para desincentivar la migración, no solo no ha dado los resultados esperados, sino que ha ocasionado que las redes de tráfico de personas se fortalezcan y tengan más ganancias. Entre más difícil sea pasar, mayor será el costo y los peligros para las personas en movilidad, por hacerlo. No debemos perder de vista que los factores de empuje siguen presentes y se han agravado por el impacto de la pandemia y la inseguridad en los países de origen y por tanto la migración sigue y aumenta.
Una respuesta integral con esfuerzos y acciones claras y contundentes para contar con mecanismos legales, seguros y ordenados en materia migratoria, urge. Lo propuesto por el presidente de México, de contar con un mayor número de visas de empleo temporal, es un buen camino. Asimismo, se deben afinar programas tipo el PTAT que tenemos con Canadá desde 1974 y considerar los aciertos y errores del Programa Bracero que funcionó entre 1942 y 1964. También, es deseable considerar estrategias que incluyan al sector privado, particularmente a las industriasn de producción y servicios que usen mano de obra migrante para la puesta en marcha de plataformas que logren conectar la oferta con la demanda, incluso antes de emprender el camino de la migración.
Considerar buenas prácticas como la del programa de la ACNUR, que en conjunto con el gobierno mexicano y diversos acuerdos con el sector privado, han logrado insertar a más de 20 mil migrantes que según los calculos del organismo internacional, ha dejado más de 110 mil millones de pesos en impuestos pagados por los refugiados que han sido parte de este esfuerzo. Cantidad importante, más considerando que el presupesto completo de la Comisión Mexicana para el Refugio es de 44 millones de pesos.
En materia de colaboración bilateral y regional en aspectos migratorios también se debe informar con acciones tangibles la inversión millonaria que anunció el gobierno de Estados Unidos durante la Cumbre de las Américas, así como buscar una cooperación más amplia que incluya organismos, esfuerzos y recursos internacionales. Comunicar sobre el estatus de la estrategia regional en contra del tráfico de personas, anunciada hace algunos meses cuando se encontraron a los migrantes asfixiados en un vagón de tren en el sur de México, es urgente. La participación de las fiscalías y agencias de seguridad e inteligencia de ambos países y de la región es importante, pero sobre todo urgen detenciones emblemáticas al respecto y en todos los países involucrados.
Finalmente, conocer los detalles y avances del Entendimiento Bicentenario importa, poco sabemos de la implementación y logros al respecto de lo anunciado por las autoridades en diciembre del 2021. La promesa de una visión más integral tanto en la atención a las causas de la violencia y las adicciones como para la atención de la migración y la cooperación con organizaciones y actores en las fronteras, particularmente en la norte que han quedado varados miles de migrantes por los programas tanto de Quédate en México como la disposición del título 42 es relevante, más ante las críticas y retos que Iniciativa Mérida tuvo por parte del gobierno actual, cuyo principal reto fue la falta de evaluación conjunta de los proyectos apoyados con los 2.9 mil millones de dólares que fueron parte de ese esfuerzo binacional.
Eunice Rendón
PhD por Sciences-Po Paris, experta en seguridad y migración y coordinadora de Agenda Migrante.