El gobierno de Menchaca Salazar también tiene entre sus actividades institucionales, el diálogo franco para con quienes forman parte de los poderes Legislativo y Judicial.
En sus casi dos años al frente de Hidalgo, el gobernador Julio Menchaca puede presumir que ha recurrido a la innovación y la modernidad en la gestión pública, además de la cercanía con la gente.
Como pocos, Menchaca sabe que ya no se puede gobernar desde un escritorio, así que junto con sus colaboradores, se han dado a la tarea de crear el andamiaje necesario para establecer lo que ahora se conoce como un “gobierno itinerante”, por medio del cual acude personalmente y en compañía de los funcionarios de su administración, a todos los rincones de la entidad para atender a los ciudadanos.
Los habitantes de Hidalgo, lo mismo en la ciudad capital, Pachuca, que, en Tulancingo, Ixmiquilpan, Tula, Villa de Tezontepec, por mencionar algunos, han recibido a las caravanas de funcionarios de los distintos niveles de gobierno, que llegan a sus poblaciones (en los 84 municipios), con servicios, con atención en materia de asesoría jurídica, salud, de educación y de obras públicas.
Por encima de todo, con el diálogo permanente, directo, con el gobernador que escucha sus quejas, sus peticiones, vamos, sus consejos, en aras de un gobierno humanista en el que se atiende con prioridad, aquellas necesidades ingentes de la población de una entidad que busca ser cada vez más.
Escuelas, instalaciones en instituciones de enseñanza superior; la preparación para el trabajo, el cuidado –junto con autoridades de los distintos niveles de gobierno, de los variados grupos de colonias, residentes, empresarios, campesinos, obreros y más--.
En Hidalgo, hay que reconocerlo, se tiene a un gobierno con alto sentido de la justicia social; justicia social, tan anheladas a través del tiempo, pero eso no ha sido un simple fruto que se da en un árbol; hay que trabajarlo regar y conservar ese árbol, para que rinda ese fruto que a casi dos años se tiene.
Y lo que son las cosas, al mismo tiempo en que el gobernador acude personalmente a los distintos municipios, a las colonias populares, a los ejidos y a la plaza pública en donde se instala el “gobierno itinerante”, aprovechó para que el Palacio de Gobierno, en Pachuca reciba una manita de gato, una buena remodelación, que ya ameritaba, se requería de modernizar su infraestructura en todos los sentidos, en favor de todas las personas que ahí acuden para atender asuntos de su competencia.
Y qué decir de la Plaza Independencia y el Reloj Monumental; todo, con el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador que, dicho sea de paso, es invitado frecuente a la entidad.
El “gobierno itinerante” de Menchaca Salazar estará en la primeras líneas del segundo Informe de Gobierno a realizarse en breve, pues para propios y para extraños, este estilo personal de gobernar ha marcado un hito en la forma en que los ciudadanos de Hidalgo han sido tratados a través de las décadas (casi un siglo), por gobernantes alejados de la realidad y ocultos siempre a la sombra de su oficinas de gobierno: hoy las cosas han cambiado, para bien, pues se gobierna con el pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Otro punto que reviste singularidad para el estado de Hidalgo, es que hay un sistema de comunicación, a través de los canales institucionales, usando los medios propios del gobierno del estado, como lo es la Radio y la Televisión de Hidalgo; la comunicación social que da acceso a los medios de la prensa escrita, de la radio y la televisión, y conforme a la modernidad, a las redes sociales, para mantener la comunicación del gobierno para con sus representados.
El gobierno de Menchaca Salazar también tiene entre sus actividades institucionales, el diálogo franco para con quienes forman parte de los poderes Legislativo y Judicial en la entidad.
El diálogo con diputados, diputadas, dirigencias de partidos políticos, también se da en el marco del respeto hacia la vida pública en el estado de Hidalgo. A casi dos años, la transformación va por buen por buen camino.
