Después de que la UANL superó la crisis ocurrida entre 1973 y 1979, originada por las luchas en torno a la autonomía universitaria, comenzó una nueva etapa bajo el liderazgo del ex rector, doctor Luis Eugenio Todd (1935-2023).
Desde el 17 de octubre de 1973 –fecha en que dio inicio el rectorado de Todd– y hasta la actual gestión del doctor Santos Guzmán, las facultades de Medicina e Ingeniería Mecánica y Eléctrica han desempeñado un papel protagónico en la conducción de los destinos de la UANL: los rectores como los titulares de la Secretaría General han provenido de sus filas.
Fue hasta la llegada del doctor Santos Guzmán López a la rectoría cuando se rompió la cadena, con el nombramiento del doctor Juan Paura Garza como titular de la Secretaría General de la UANL, ya que este no provenía ni de la Facultad de Medicina ni de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, sino de las facultades de Contaduría Pública y Administración, y de Derecho y Criminología.
Con el reciente nombramiento del doctor Mario Alberto Garza Castillo como titular de la Secretaría General de la UANL –quien hasta ayer se desempeñaba como director de la Facultad de Derecho y Criminología, y cuyo cargo será asumido provisionalmente por el titular de la Secretaría Académica, doctor David Castillo– se abre la posibilidad de que la UANL comience a considerar a perfiles provenientes de otras facultades, igualmente merecedores de ocupar cargos de alta responsabilidad dentro de la institución.
Desde el martes comenzaron a circular comentarios en torno a las recientes designaciones. En su mayoría favorables, reconocen la trayectoria de quienes han asumido ambos cargos, lo que refuerza la percepción de que no se trata de nombramientos improvisados.
En el caso de la UANL, el doctor Mario Alberto Garza Castillo, hasta ayer director de la Facultad de Derecho y Criminología, contribuirá formidablemente en los quehaceres para el mejoramiento de la calidad académica y administrativa de la Universidad, fortaleciendo además los vínculos institucionales y promoviendo una gestión eficiente que responda a los retos de la educación superior.