A pesar de numerosos shocks, México mantuvo un ritmo moderado de crecimiento económico y consolidación fiscal en 2017.
El caso base de Fitch Ratings sigue siendo de resiliencia macroeconómica y fiscal, aunque los riesgos persisten dadas las incertidumbres asociadas con las negociaciones del Tratado de Libe Comercio de América del Norte y el ciclo electoral de 2018 en México.
De acuerdo con un reporte emitido a la Bolsa Mexicana de Valores, la información fiscal y macroeconómica de México al cuarto trimestre de 2017 estuvo acorde con las expectativas de Fitch, con respecto a la continuación de un crecimiento moderado y mejoras en las cuentas fiscales y externas.
El crecimiento se volvió a acelerar después de caer por debajo de 2.0% en el 3T17, gracias al aumento en los precios del petróleo, exportaciones manufactureras sólidas y la recuperación después de los terremotos.
De manera similar, las cuentas externas mostraron resiliencia, con un aumento de 9.5% en las exportaciones y el superávit registrado en la balanza comercial no petrolera.
Fitch aumentó la Perspectiva de México a Estable desde Negativa en agosto de 2017 y afirmó su calificación de ‘BBB+’, considerando que la carga de la deuda pública alcanzó su punto máximo y que, a partir de ahí, comenzaría a descender, a la vez que el gobierno completara su proceso de consolidación fiscal.
Los resultados a 2017 reflejan que el gobierno ha seguido logrando sus objetivos de consolidación fiscal, a pesar del shock en los ingresos provenientes del petróleo y del crecimiento moderado.
De manera notable, el sector público anunció su primer superávit primario desde 2008 y su carga de deuda en general bajó durante 2017, lo cual reafirma que México se apega a sus metas de consolidación fiscal a mediano plazo.
El gobierno superó sus objetivos fiscales de 2017, lo que refleja en parte la transferencia sustancial del superávit operativo del banco central de 321.7 millones de millones de pesos a la Tesorería de la Federación. No obstante, aun al excluir dicha transferencia, el gobierno superó sus objetivos fiscales. Los Requerimientos Financieros del Sector Público, una cuestión clave para el gobierno mexicano, alcanzaron 1.1% del producto interno bruto, incluyendo la trasferencia del banco central, y 2.6% del PIB, excluyendo la misma.
Fitch espera que el gobierno alcance sus objetivos de déficit fiscal para 2018, lo que marcaría el fin del ciclo de consolidación fiscal bajo la administración actual.