En tiempos de crisis es probable que la violencia intrafamiliar aumente, pues la tensión y el estrés se incrementan al no poder controlar ciertos factores, ya sean económicos, de salud, de seguridad, sociales, de desempleo, etcétera.
Sin embargo, el índice de denuncias, aunque se ha incrementado (en Colombia, un 91 %; en México, un 40 %, y Perú registra 207 denuncias), no refleja la verdadera situación para algunos gobiernos como el de Chile, donde este porcentaje ha bajado un 18 %, y Ecuador, donde se redujo un 37 por ciento.
“En relación con las mujeres, es posible que no estén denunciando más porque ahora mismo esta no es su prioridad: saben que ahora lo más importante es cuidar a sus hijos, cuidar a sus familiares, cuidar su unión familiar y no ponerla en vulnerabilidad”, indica Maria Olivella Quintana, coordinadora de la Unidad de Igualdad de la Universitat Oberta de Catalunya.
Dato importante: la violencia intrafamiliar no solamente es el maltrato hacia la mujer. Es el tipo de abuso que pasa dentro del hogar, es decir, se conceptualiza por el lugar donde sucede y no por la razón de la violencia, por quién es la víctima o quién es el agresor.
Por lo tanto, el agresor también puede ser un padre, una madre, un abuelo, una abuela, un hijo o una hija; asimismo, la víctima puede ser cualquiera de estos miembros. Con el confinamiento, esto puede convertirse en una bomba de tiempo para las familias, sobre todo y especialmente para aquellas que antes del encierro tenían problemas tanto de maltrato psicológico como físico.
“El hecho de que las familias deban permanecer juntas las 24 horas del día, los siete días de la semana, impide poder salir, poder abandonar la situación o parar los conflictos; muchas veces las escaladas de conflictos en las parejas se solucionan con un tiempo fuera, cada uno por su lado, lo cual ayuda a rebajar las tensiones que se ocasionan”, afirma Adrián Montesano, experto en relaciones interpersonales y terapia familiar de la UOC.
El confinamiento nos hace pasar de tener un rol en casa a un multirol: ahora en casa los padres son maestros, cuidadores, compañeros de actividades, policías, psicólogos... y más enfrentados a estos supuestos machistas interiorizados en la convivencia del día a día. _