Que en la ciudad capital y en municipios conurbados donde gobernaba Morena, este 15 de octubre se pintará de azul y, por lo menos, en el Palacio Municipal de Puebla, que está cercado con vallas metálicas en agravio de peatones y paseantes, desaparecerán con todo y los trapos guindas. Y en el resto del estado, adelantó el mandatario estatal, está garantizada la paz social y gobernabilidad por la voluntad política de los partidos y los alcaldes electos, donde incluso cedieron al gobierno estatal a la seguridad pública.
Que para empezar, en su posición aún de alcalde electo, Eduardo Rivera Pérez presentó como propuesta a la titularidad de la Secretaría de Seguridad Ciudadana a María del Consuelo Cruz Galindo, quien se hizo cargo de la entrega-recepción del Bando de Seguridad. Cruz Galindo no tiene trayectoria operativa de mando policiaco más allá del ámbito municipal y en la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado, donde se encargó de los temas de control de confianza y el nuevo sistema de justicia penal. Esas son sus cartas de presentación.
Que nada está escrito posterior a las elecciones, y ya con los trajes rentados o comprados para rendir protesta, algunos alcaldes se quedaron con las ganas porque el Tribunal Federal Electoral decidió regresar a Said Godos Luna, abanderado de Compromiso por Puebla (CPP), el triunfo en Tepeyahualco, además anuló los resultados en Santa Rita Tlahuapan y Lafragua.
Que la diputada federal de Morena, la abogada laborista Susana Prieto, aseveró que la CTM, con sus sindicatos blancos que controlan en Puebla, acaparó la contratación de trabajadores del sector de la construcción en la edificación de la refinería Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco. El dirigente cetemista Leobardo Soto Martínez, quien tuvo el monopolio de la contratación de la planta Audi en el morenovallismo, así como de otras obras del sector de la construcción, seguramente algo tendrá que aclarar de lo dicho por Prieto en entrevista con Elisa Alanís, en MILENIO Televisión.
