Que en las próximas horas comenzarán a llover en el Tribunal Electoral, que encabeza Mónica Soto, las impugnaciones contra las reglas que el sábado aprobó el INE, de Guadalupe Taddei, sobre las prohibiciones de campaña y la equidad en la contienda, que incluye que ni el gobierno ni la Iglesia pueden intervenir en la elección, restricciones que, a los morenistas se les olvida, están en la Constitución que su mayoría votó. Ahora la Sala Superior deberá resolver de manera exprés si el árbitro tiene razón y debe quedar claro que quien organiza los comicios es la autoridad autónoma y no el mando federal.
Que, por cierto, hasta la semana pasada el Tribunal Electoral ya había recibido tres mil 212 juicios relacionados con todo el enredo, improvisaciones y experimentos que han venido marcando la renovación judicial, y eso que esto apenas va comenzando. Ya veremos en las campañas cuántos se acumulan y si termina siendo el proceso más litigado de la historia, ocurrencias aparte.
Que pasando del desdén a la molestia, la mayoría de Morena encabezada por Ricardo Monreal en la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados bateó de plano la propuesta de Ivonne Ortega, lideresa parlamentaria de Movimiento Ciudadano, para llamar a la Fiscalía de Morelos a integrar debidamente la investigación contra el legislador morenista Cuauhtémoc Blanco por intento de violación a su media hermana, Nidia Fabiola, y solicitar nuevamente el desafuero del ex futbolista. Pese a la negativa, la coordinadora de la bancada naranja dijo que insistirá la próxima semana, sin facilitar a la cúpula guinda darle carpetazo al asunto.
Que por si fuera poco, el ex gobernador Manuel Cavazos Lerma salió con la tontería de que se investigue bien el tema, porque la hermana del ex futbolista “no está tan violable que digamos”, motivando una ola de indignación que llegó hasta el cuartel general tricolor de Insurgentes Norte, desde donde Alejandro Moreno anunció la separación del cargo del tamaulipeco en su partido. Sí, el mismo Alito que la semana pasada apoyó a la mayoría para librar a Cuauhtémoc Blanco del desafuero.