Que en Coahuila, los jóvenes siguen perdiendo la vida en accidentes viales, mezcla letal de alcohol y velocidad. El gobierno presume campañas preventivas, pero la realidad se impone: cada fin de semana, el pavimento cobra más víctimas que cualquier otra causa.
Que acaban de designar a la nueva delegada de Bienestar en Durango, y la novedad es que esta dependencia —la de mayor fuerza del gobierno federal en materia de política social— se convierte en un respaldo clave para Betzabé Martínez Arango. La razón es sencilla: existe una cercanía personal y política que viene de años atrás, donde han hecho equipo y cultivado amistad. Ambas son emanadas de la 4T original, sin haber pasado antes por otros partidos; en pocas palabras, son “cuatroteístas” de cepa. Catalina García Quintero es la funcionaria, de quién se asegura llegó al cargo por la intervención de Betzabé. Cabe señalar que García Quintero es muy cercana a Mario Delgado, Secretario de Educación. De hecho, fue la representante de esta dependencia en Durango.
Que otro nombre surge como posible sucesor en la Subsecretaría de Gobierno del Estado de Durango en La Laguna. Se trata de Nazario Ortega Vega, quien en la actualidad es el responsable de la Dirección de Bienestar Social en la Región Laguna. Sin embargo, quien pudiera aguarle el momento es Homero Martínez, a quien ya se le candidatea como brazo derecho de Héctor Vela Valenzuela.
Que ante la crisis que se vivió en el Instituto 18 de Marzo, no deja de llamar la atención la escasa intervención del subsecretario de Educación en La Laguna, Ulises Adame. Y es que, contrario a lo que dicta la línea del gobierno estatal, pareciera que decidió abrir la puerta a otros aires políticos, no necesariamente en sintonía con su partido, pero sí muy presentes en su corazoncito.
De un tiempo para acá, el funcionario se deja ver en todos lados acompañando y respaldando a la 4T en lo que muchos interpretan como un abierto espaldarazo. Y por si la duda quedara corta, el nombramiento reciente del director del Instituto 18 de Marzo terminó por encender los focos rojos: nada más y nada menos que su propio secretario particular fue colocado en esa silla.
La pregunta que flota en los pasillos es inevitable: ¿tenemos acaso a un subsecretario morenista en plena operación política desde la trinchera educativa? Porque una cosa es cumplir con la cortesía institucional y otra muy distinta es sumarse de lleno a un proyecto que, aunque legítimo, no necesariamente responde a la línea oficial.
