Que al alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, le han faltado operadores para poder avanzar en el proyecto de ampliación de carriles a la autopista a San Pedro, en la colonia Villa Florida. El director de Obras Públicas, Juan Adolfo Von Bertrab, posiblemente sea buen técnico pero no un negociador, ni siquiera de mediana eficacia. Tampoco el secretario del Ayuntamiento, José Ganem, pudo convencer a los vecinos opositores.
Y si el edil carece de negociadores, a los vecinos les sobran “representantes”, y con un Abundio Ramírez y un Luis Manuel de la Cruz definitivamente no van a arreglar nada, como no sea que los mencionados se arreglen en lo personal. Y en cuanto al tema legal, pudiera haber noticias respecto al amparo tramitado por los vecinos. La obra, tan necesaria, sigue en espera.
Que el que amaneció muy aplicado fue el gobernador coahuilense Manolo Jiménez, quien arrancó la semana presidiendo la séptima reunión de gabinete, ese ritual donde todos los secretarios y titulares se alinean como si fueran orquesta y el director pide que, para la segunda mitad de 2025, toquen más fuerte, más rápido y sin desafinar.
Que Manolo, con sonrisa de “vamos bien pero podemos ir mejor”, reconoció el trabajo hecho hasta ahora, aunque les recordó que aquí no hay descanso: nada de bajar la guardia ni sacar la sombrilla para el sol de agosto. “Redoblar esfuerzos” fue la frase del día y más de uno ya sintió que le van a pedir triple turno sin horas extras.
Que en Torreón ya huele —y no precisamente a rosas— a nueva licitación del servicio de recolección de basura, y PASA, muy aplicada, ya levantó la mano cual estudiante de primaria que sí hizo la tarea. En entrevista televisiva, su representante Isidro Sada dejó claro que vienen con todo: camiones relucientes, tarifas “preferenciales” y una experiencia que, según ellos, ni la señora que barre la banqueta desde hace 40 años.
Dicen que Torreón es un cliente consentido, que aquí las tarifas son más baratas que en otros municipios, casi como si la basura fuera “gourmet” pero a precio de tianguis. Eso sí, adelantaron que están listos para lo que se venga: que si la licitación pide reciclaje, compostaje o hasta convertir las cáscaras de plátano en energía nuclear, ellos le entran. En Torreón, cuentan, se recogen unas 18 mil toneladas de basura al mes, cifra que da para pensar que en esta ciudad generamos más desechos que chismes políticos. Desde 1991, PASA ha pasado —literalmente— de ocho camioncitos a dos mil, y de 68 trabajadores a más de 7 mil. Incluso ya operan en Costa Rica y Panamá.