Que ayer las oficinas del Comité Municipal del PAN, de Torreón cobraron vida y un grupo de afiliados al partido, entre ellos Jesús Burciaga, acudieron para protestar por las alianzas que ha mantenido el partido y que han favorecido sólo a unos cuantos miembros. Señalaron a Chuy de León y Guillermo Anaya, por haber obtenido notarías públicas o a Esther Quintana Salinas por la Secretaría de Cultura. Marko Cortés hizo un espectacular trabajo al hablar de los acuerdos que alcanzaron con el PRI si ganaba la alianza, pero no a favor del instituto político que lidera sino de sus contrincantes. El enemigo duerme adentro. Lo que llama la atención es el hecho de que estos panistas no hayan aparecido antes, cuando se concretaron las negociaciones, sino hasta ahora cuando Marko se puso la soga al cuello y de paso al blanquiazul.
Que quien ya apareció en espectaculares en La Laguna de Durango al estilo morenista es la duranguense Gina Campuzano. Lo que llama la atención es que sus promos parecen portada de Vogue, por la pose, el maquillaje y el peinado. Si quiere convencer al electorado de que es elegante y sofisticada, seguro lo logra, pero lo que más importa es el proyecto político que trae más allá de la imagen.
Que si Cintia Cuevas, aspirante a candidata de Morena por la alcaldía, de Torreón hubiera presentado a otro abanderado de más peso en la rueda de prensa que organizó para hablar de la declinación de un suspirante si hubiera dado un golpe en su carrera, pero lo sucedido mostró cierta debilidad y más débil se vió Shamir Fernández cuando cayó en el chisme de que sería él quien declinaría en sus aspiraciones. De inmediato salió a desmentir. Nadie entendió para qué salir a aclarar algo que nadie creyó. Era obvio que no sería él quien abandonaría la contienda.
Que las proyecciones de la OCV para la observación del eclipse total de sol en Torreón son muy atractivas, para empezar se contempla una derrama económica de 50 millones de pesos tan sólo por dos mil 800 habitaciones ocupadas, las que por cierto se encuentran bloqueadas, ello sin contar alimentos, traslados, paseos, souvenirs y participación en las verbenas que se organizan. Quien no se suba al tren del eclipse estaría cometiendo un error mayúsculo. Por cierto, Aeroméxico ya está pensando en abrir más vuelos precisamente por el eclipse.
