Que la última visita de Andrés Manuel López Obrador a Tamaulipas como presidente de México provocó emociones de esos partidarios, tumultos en los alrededores y la debida nostalgia entre varios personajes de la política estatal, algunos sin la oportunidad de darle un último saludo. El único cercano fue el gobernador Américo Villarreal.
Que varios invitados a la ceremonia para colocar los restos del escritorio y revolucionario Catarino Garza en un monumento, entre secretarios, alcaldes electos, diputados federales y locales, hicieron lo posible por tener la gráfica del tabasqueño, pero quedaron limitados por la valla puesta entre sus sillas y el escenario principal.
Que muy cerca, el griterío estuvo intenso antes, durante y posterior, entre los simpatizantes morenistas y trabajadores del Poder Judicial de la Federación. En medio quedó el diputado local Isidro Vargas, quien debió salir airoso entre ambos grupos para acceder al evento.
Que esta noche sesiona la Sala Monterrey del “Trife” para resolver sobre los plurinominales del Congreso de Tamaulipas, donde el PT y Verde buscan hacer valer su 3% de votación y tener una diputación por esta vía. Dada la urgencia del tema, los magistrados darán su sentencia, pero los aún inconformes pueden aún recurrir a la Sala Superior.
Que los diputados locales panistas Raúl Pérez Luévano, Félix García, Myrna Flores y Marina Ramírez buscan apoyo del Tribunal Electoral de Tamaulipas para corregir su voto en el acta de aprobación de la Reforma Judicial. No es la primera vez en acudir a esa ventanilla para resolver conflictos legislativos y reiterarles que no es la autoridad competente.
Que Ismael García Cabeza de Vaca deja en duda el ir o no a credencializarse previo a la instalación de la nueva Legislatura, pero se quejó de la sesión de hoy para aprobar leyes que, dice, tienen dedicatoria para él y bloquearle el paso al Parlamento. Asegura ser un perseguido político, con órdenes de aprehensión inventadas y delitos falsos.