Que ante el incontrolable brote de covid-19 entre su personal, fue cerrada por tiempo indefinido la Fiscalía Regional de Tejupilco, dependencia que lleva diez días sin brindar servicio en la región del mexiquense. A través de una circular, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México informó del cierre de seis unidades administrativas, mismo que tendrá vigencia 2 al 16 de octubre. En una lona colocada en sus oficinas se invita a la población que tenga alguna denuncia penal, a realizarla vía telefónica o Internet a través de las distintas opciones, o de plano acudir hasta el ministerio público de Temascaltepec.
Que el flamante bisecretario Luis Gilberto Limón Chávez, parece estar enfrentando su primera prueba de fuego en la cuestión de movilidad, con la protesta del “Movimiento Nacional Taxistas” que, en parte, de aquí exportamos a Ciudad de México. Como ya es el medio habitual, a través de redes sociales señaló que hay “puertas abiertas a las demandas justas” y (ojo) “atendibles” y por otra vía afirmó que ya hay contacto con los representantes de estos transportistas. De verdad será una gran aduana, pues en estas lides las agrupaciones se mueven en la delgada línea entre lo razonable y el chantaje. Y hay que aguantar presiones.
Que a río revuelto, ganancia de irresponsables. Cuando el ambiente no puede estar más crispado por los relativamente nuevos estilos de la política, ayer en redes sociales un ocurrente, probablemente con escasos conocimientos de la historia y en el anonimato de la internet, colocó gráficas que sugerían, con métodos violentos, derribar el monumento a Colón en Toluca y en su lugar poner otra cosa más nacional. Los puntos de vista se respetan, pero las agresiones son algo que ya no se debe permitir. Lo bueno es que pocos pelaron a este “colectivo ciudadano”.
Que otros oportunistas han sido numerosos comerciantes que, nos reportan, en las zonas rurales donde la pobreza es más lacerante y la autoridad brilla por su ausencia, con sus tienditas de la esquina suben precios hasta en 50% aprovechando que no es fácil el acceso a grandes centros comerciales. Mientras la Profeco, o lo que queda de ella, sigue en el limbo. Los marginados siguen pagando la pandemia por todos lados. _
