Que la nota política la dieron ayer en el pleno del Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), donde se restituyó a Agustín Barrera Soriano como dirigente de lo que queda del PRD en la entidad. Se extiende su mandato hasta que el IEEM resuelva su acreditación como partido local, con Barrera al frente.
Entonces, lo que complica más su situación, es que como el órgano competente para ratificar o sustituir a la dirigencia estatal es el prácticamente inexistente Consejo Nacional del Sol Azteca en proceso de liquidación, y el IEEM deberá otorgar la acreditación como partido local a quien legalmente tiene la potestad para recibirla, es decir, Barrera Soriano, será esta dirigencia la que podrá nombrar a una nueva o buscar su permanencia. Todo un galimatías.
Que en la comisión legislativa de Protección de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, dieron un dato tan escalofriante como oprobioso: de los 4.4 millones de menores mexiquenses, 64 por ciento sufre algún grado de pobreza. Y no se trata de sacar cuentas de cuáles de estos son más pobres que otros, sino que sencillamente este importante sector tiene carencias alimentarias, patrimoniales, y de toda índole, lo cual estrella en la cara la realidad de que algo se está haciendo mal desde hace décadas.
Las y los legisladores locales coinciden en la necesidad de ponerse a trabajar al respecto, y eso es un buen principio... pero está claro que hasta el momento no solo se ha incurrido en un fallido plan de desarrollo social, sino incluso se están contraviniendo tratados internacionales firmados por México, sobre todo si a la pobreza se le suman las situaciones de violencia y trabajo infantil. Hay mucho por delante para hacer realidad el prometido Bienestar, y el tiempo corre.
Que hablando de la Cámara, la congresista Itzel Guadalupe Pérez Correa, del PVEM, presidenta del Comité de Estudios Legislativos de la LXII Legislatura, aseguró que renovarán el Inesle para que tenga nuevos bríos y se fortalezca la profesionalización constante de las y los diputados, y quieren que sea ahora sí un organismo actualizado, congruente con la dinámica social y las exigencias de la población en lo referente a la elaboración de leyes. Buen propósito el que deje de ser el “elefante blanco” en que se convirtió en los últimos años. ¿Lo lograrán?