Asesinatos y atentados ya han manchado este proceso electoral… y todavía ni comienzan las campañas oficialmente. Si la violencia llega a la esfera política, entonces, ¿qué tan libres son las elecciones?
En diciembre de 2023, mataron a Ricardo Taja, precandidato de Morena a la Alcaldía de Acapulco, Guerrero; y ese mismo mes, Mauricio Prieto, diputado federal del PRD que busca ser legislador local, sobrevivió a una agresión armada cuando viajaba por la carretera Morelia-Salamanca.
En los primeros días de 2024, han sido asesinados Miriam Ríos, comisionada municipal de Movimiento Ciudadano en Jacona, Michoacán; Alfredo Giovanni Lezama, regidor de Cuautla por el PAN que buscaba una diputación local; David Rey González, aspirante a la alcaldía de Suchiate, Chiapas, por el Frente Amplio por México; y Sergio Hueso, de Movimiento Ciudadano, quien iba por la presidencia municipal de Armería, Colima.
La violencia que tiene sometida a la sociedad mexicana se ha inmiscuido en los procesos electorales desde hace tiempo. De acuerdo con información de la consultora Integralia, de 2008 a 2015 fueron asesinados 30 candidatos; en 2018, se contaron 48 homicidios, y en la elección intermedia de 2021 la cifra se cuadriplicó, 179 políticos privados de la vida, entre ellos 36 candidatos.
La tendencia al alza de los ataques contra aspirantes a cargos de elección popular alarma ante el próximo arranque de las campañas electorales en un país donde la criminalidad atenta contra los derechos humanos básicos, y ahora pone en peligro el ejercicio democrático.
Nada más hay que recordar el caso de Jilotlán de los Dolores, Jalisco, cuando en 2021 fue invalidada la elección porque los candidatos se bajaron de la contienda por las amenazas de grupos criminales; tres años después y ese proceso no se pudo reanudar por la inseguridad en la zona.
No se puede decir que vivimos en una democracia libre si está condicionada por la violencia y el crimen organizado. Sin garantía de seguridad, el voto queda sometido al miedo y a la voluntad de quien sostiene un arma de fuego.