Sostengo que el peace training no “sensibiliza”: reconduce para prevenir y transformar conflictos de forma no violenta mediante conocimientos, habilidades y actitudes.
Solo funciona si es participativo y horizontal, si se centra en el análisis de la desigualdad y del poder, y si transforma el contexto y no sólo a la persona.
¿Es posible cambiar actitudes violentas? Sí, siempre y cuando cuestione mi cultura, dialogue con nuevas perspectivas, y practique microhabilidades verificables como escuchar parafraseando, nombrar afectos sin descalificar y pedir reparación sin humillar.
La paz no se explica, la ensayamos.
Necesitamos analizar nuestra vida real: la fila en la clínica, el operativo de tránsito, la reunión escolar.
Describir cómo se ejerce el liderazgo y la autoridad, cómo participa la colectividad.
Preguntarnos qué provocó la violencia y qué necesitamos ajustar. Evaluar cada rol, incluidos los ausentes.
Sin cuidado material —viáticos, guardería, traducción—, en cualquier proyecto siempre participará quien ya puede participar. Es decir, quien ya tenía previamente las condiciones para hacerlo. Estarán los mismos, faltarán los de siempre.
Es fundamental hablar del poder sin rodeos. ¿Quién decide, quién paga el costo? ¿Cómo se va a redistribuir el poder para generar contextos no violentos? ¿Cómo se garantiza un relevo efectivo que empodere a más personas?
¿Quién mantendrá una mirada crítica para revisar si no se han generado nuevas formas de violencia?
Si la violencia es un hábito aprendido, la paz es un músculo: se fortalece con repeticiones situadas hasta que el primer impulso deja de ser atacar.
No es “buenismo”, es un cambio medible. Un análisis mostró que entrenar habilidades socioemocionales en contextos reales mejora la conducta prosocial (Durlak et al., Child Development, 2011).
El informe conjunto Banco Mundial–ONU (Pathways for Peace, 2018) documenta que prevenir es sistemáticamente más efectivo que responder tarde.
El entrenamiento es una de las pocas palancas preventivas que modifica comportamientos observables.
¿Qué estoy entrenando hoy en mí y en mi entorno? ¿Interrumpo, escucho, reparo o ignoro?
Si tratáramos la paz como tratamos cualquier oficio, con práctica deliberada y evaluación, ¿cuántos conflictos quedarían sin estrenarse?
@davidperezglobal