Deportes

Una odisea llamada Liga Mexicana

Cuando hace un siglo Alejandro Aguilar Reyes “Fray Nano” y Ernesto Carmona Verduzco se lanzaron a la empresa de fundar la Liga Mexicana de Beisbol, difícilmente habrán dimensionado el impacto que tendría esa aventura en millones de personas y los avatares que el circuito iba a sortear para cumplir, este sábado, sus primeros cien años de vida.

La LMB goza de cabal salud, el panorama es promisorio y, con sus bemoles, el nivel de beisbol que se practica en ella, es aceptable. El trabajo de la liga y los clubes en el renglón comercial, ha mejorado al grado de convertirse algunas plazas en negocio para sus dueños.

La atención mediática también aumentó durante el último lustro y el beisbol, que en épocas remotas era el deporte predilecto de los mexicanos, se ha reencontrado con la efervescencia de una afición joven y ávida del espectáculo que se ofrece en los 20 estadios de la Liga Mexicana.

Sin embargo, para llegar a este punto de aparente y relativa estabilidad, el beisbol de la LMB atravesó una odisea que, como toda historia épica, le tuvo en el cadalso en más de una ocasión.

Desde su nacimiento, pasando por la época de oro auspiciada por Jorge Pasquel o el cacicazgo de Alejo Peralta de los sesenta a los ochenta, la Liga Mexicana de Beisbol casi siempre transitó en arenas movedizas y a la sombra de la zozobra. La liga cismática de finales de la década de 1930 o el movimiento anabista de 1980, la cimbraron y muchas plazas jamás se recuperaron del golpe de perder a más de la mitad de los equipos y el talento de la LMB.

Por cierto que Puebla fue pionero en ambos movimientos separatistas del beisbol mexicano, como lo fue también de la propia Liga Mexicana de Beisbol en 1925, año en el que surge el circuito, aparece el primer equipo poblano y logra la Angelópolis el título ante el Club México.

La historia del Puebla en la LMB (74 Regimiento, Pericos, Ángeles, Ángeles Negros), ha resultado igual de azarosa que la de la propia liga. Un paralelismo lleno de crestas y valles a lo largo de cien años de pasión en el diamante.

El recorrido de Puebla en esos cien años de historia de la Liga Mexicana, abarca algunas de las etapas más memorables y se ha cubierto de gloria deportiva en múltiples ocasiones, sus seis campeonatos dan testimonio de ello.

Luego está la visión desde la óptica personal, esos pequeños detalles que cautivan aficionados y atrapan de por vida por la vía de los sentidos.

El olor a pasto y el corte transversal del césped en los jardines.

La primera pelota de recuerdo con la marca de la arcilla del diamante y el verde del terreno de juego.

El primer campeonato del equipo favorito y ese batazo o atrapada que quedaron enmarcados, no en una fotografía sino en la retina y en el corazón.

El vínculo tan personal de una tradición y afición transmitida de generación en generación. Recuerdos que se vuelven entrañables en una tribuna rodeados de los nuestros.

Las noches de desvelo detrás de la radio, escuchando los partidos e imaginando los parques de pelota y las grandes jugadas.

La agonía del verano llamada playoffs.

Señoras y señores, el beisbol de la Liga Mexicana es parte de nuestra identidad y cultura. Es la liga profesional más antigua de México y hoy, en el marco de su cumpleaños número cien, la honramos y la festejamos como lo que es: una parte importante de nuestras vidas.


Google news logo
Síguenos en
David Badillo
  • David Badillo
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.