Con la puesta en marcha del nuevo hospital del ISSSTE, el día de ayer, la Bella Airosa recibió de nuevo a Claudia Sheinbaum, la cual además de este acto, develó varias noticias más, la construcción de más centros de salud, carreteras, el compromiso de acabar en tres años el Tren que conectará el AIFA con Pachuca y, sobre todo, el muy ambicioso proyecto de limpiar Tula, o al menos reducir los grotescos niveles de contaminación que la refinería y termoeléctrica generan. Además de según esto, darle una mega manita de gato ambiental al Valle del Mezquital y lo que para mí es tarea imposible, sanear al río Tula.
Pero de lo que más expectativa me causa es querer hacer de esos terrenos que tienen una barda multimillonaria ¿Ya sabe cuáles verdad? Un centro de economía circular de primer nivel. La economía circular no es otra cosa que cambiar nuestro modelo lineal de “hacer, usar, tirar” a un modelo donde lo que se haga y se use no termine tirándose, sino por el contrario lo fabricado pueda ser recuperado y reutilizado durante el mayor tiempo posible, provocando el aprovechamiento y uso eficiente de nuestros recursos naturales.
Esto es tener un modelo regenerativo y restaurativo que provoque que los recursos estén en continua circulación, reutilización, reparación y re-manufacturación, provocando un círculo virtuoso que genere valor tanto económico como de protección a los ecosistemas y recursos naturales.
Nuestra Presidenta fuera de la política tiene su lado B, ella es Física de profesión, eso estudió en sus épocas universitarias en la Facultad de Ciencias de la UNAM y desde ahí se especializó en temas de energía, con maestría en Ingeniería Energética y después fue la primera mujer en el doctorado de Ingeniería en Energía de la Facultad de Ingeniería también de la UNAM, donde obtuvo ese grado.
Lo anterior acompañado de sus estudios en Standford y Berkeley, dos de las mejores universidades del mundo. En otras palabras, la señora sabe lo que está haciendo.
